Las normas penales no pueden ser retroactivas

Doctrina Parot

Felicium

Algunos juristas dicen que dentro del mundo del derecho las cosas se pueden clasificar en dos grupos, el grupo A y el grupo B. En el grupo A estarían aquellas cosas que se pueden explicar a una persona lega en derecho y que ésta entenderá sin demasiados problemas. En cambio, en el grupo B estarían aquel tipo de cosas que por muchas vueltas que des o muchas explicaciones que intentes dar una persona sin conocimientos jurídicos jamás entenderá. Creo que la doctrina Parot está dentro de este complicado grupo B de cosas.

No obstante intentaré a través de un sencillo paralelismo explicar qué ha pasado aquí.

Imagínese que usted y yo estamos jugando a un juego con una pelota en donde el objetivo es meterle gol al contrario. Antes de empezar a jugar a ese juego establecemos unas normas claras y concisas que regularán el juego. Estas normas nos servirán no solo para que el juego se pueda desarrollar con normalidad y para no hacernos trampas, sino que también servirán para que cada uno de los jugadores establezca una estrategia de juego.

Si el juego establece por ejemplo que no se puede tocar la pelota con la mano, entrenaré estrategias para vencer que excluyan cualquier acción con la mano, y usted hará lo mismo.

Imagínese ahora que ya estamos jugando y usted se lleva el balón con la mano y me marca gol. Yo en el momento en el que tocó el balón con la mano habré dejado de seguir la jugada porque la norma dice que eso es ilegal y el gol no subirá al marcador, y de hecho, así es y el gol no sube al marcador.

Ahora imagínese que en mitad del partido el árbitro nos reúne y nos dice que a partir de ese momento se cambia la norma y ahora sí se podrá tocar el balón con la mano. Ambos estamos de acuerdo y nos preparamos para la nueva norma sin problemas.

Imagínese ahora que el árbitro dice que esa norma no solo es que se vaya a aplicar desde ese momento preciso en que lo dijo, sino que tendrá efectos retroactivos y se aplicará desde el principio del partido. Por tanto el gol que usted anotó es válido y me va ganando por 1-0, ¿diría que es justo? A todas luces se entiende que no es justo, ¿verdad? Pues es exactamente lo mismo que ha ocurrido con la doctrina Parot.

Las normas penales no pueden ser jamás retroactivas, ni tampoco la jurisprudencia que de hecho cambia la norma como así ha interpretado el Tribunal de Derecho Humanos.

No sé vosotros, pero a mí me da mucho más terror vivir en un Estado que se pasa por el arco del triunfo el principio de legalidad, a uno que se atiene al mismo.

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