Comunicación y poder en tiempos de crisis

«Serpientes de verano»

  • Cómo algunos aprovechan la desidia de las personas para hacer, deshacer y volver a rehacer sin más traba que el propio interés egoísta camuflado de bien común.

Miguel Ventayol

A un eminente sindicalista albaceteño de este siglo le gustaba incluir frases ingeniosas en sus ruedas de prensa, cuando las salas de prensa de la provincia de Albacete se llenaban de periodistas y las palabras solían tener eco fuera de Internet.

Una de aquellas frases fue las (culebras) «serpientes de verano»: repetida varias veces durante una comparecencia ante una polémica a la que quería restar importancia frente a una denuncia de su adversario natural.

Sabía que si usaba una frase ingeniosa nadie recordaría nada más.

Utilizar palabras y frases que las personas reconozcan a la primera y asocien sin prestar atención al contenido es una de las primeras cosas que se aprenden en las Escuelas de Políticos Profesionales. Otra de las lecciones es que la repetición permanece más en la mente de una persona que la verdad. Repite, repite, repite. Aunque sea mentira, aunque sea una estupidez.

El eminente sindicalista sabía que la mayoría de las personas apenas leen el titular de las noticias y, como mucho, la entradilla de la noticia. De manera que era importante dar titulares a los periodistas. Además, conocía las condiciones laborales de los profesionales de los medios de comunicación de la provincia de Albacete, no tenían tiempo de indagar, preguntar, profundizar, sino de atajar, incluir dos titulares y repetir cuatro frases a toda velocidad. Eso, en los buenos tiempos en que en Albacete había muchos medios de comunicación.

Las noticias de verano son como tantas y tantas otras que no interesan a las personas, a la mayoría de las personas. El inconveniente es que ahora todas las noticias son «culebras de verano».

En Albacete sólo tendrían eco en el único medio escrito de Albacete que llega a toda la provincia, su repercusión sería tan limitada que saldría en Twitter cuatro horas y desaparecería antes de convertirse siquiera en culebrilla. Y el pobre sindicalista se tiraría de los escasos pelos que le quedan en la cocorota al ver sus esfuerzos limitados a dos frases molonas que no tienen repercusión, eco, ni fuerza para acaparar un cuarto de página de papel en un solo periódico.

¿Qué haría ahora el pobre sindicalista? Quizás apuntarse de tapadillo a Podemos, o volver a pagar sus cuotas del partido, digamos Partido Popular (sí, hay muchos sindicalistas de Albacete del Partido Popular) Izquierda Unida o el PSOE, para no levantar sospechas ni resquemores, pero disponer de una parcelica de poder donde machacar a algún profesional que trabaja como Máster Universitario y cobra como Auxiliar Administrativo.

Ahora todas las noticias son «culebras de verano» porque nada nos importa más de diez minutos y dos click de teléfono móvil y ordenador. Y que lleve mucha imagen, así se puede mandar por ‘guasap’ y leer menos aún.

  • ¿Os importa la salud de la provincia de Albacete? No, ya no. Hasta que me toque otra vez ir al centro de salud a una analítica y ver las caras amables y sonrientes de profesionales que no están quemados ni explotados. No, ya no, hasta que me tengan que operar en «Madriz»… si me operan.
  • ¿Os importa la educación de los niños? No, de momento no. Hasta que veamos que en septiembre ha cambiado la ley o tengamos que pagar el material escolar, que cada vez hay más niños en clase y las maestras no alcanzan a ordenarlos a todos.
  • ¿Os interesa el deporte en edad escolar? No, hasta que vaya a apuntar a los niños al club de fútbol y nos digan que no hay sitios públicos donde los niños puedan practicar deportes.
  • ¿Os importa el paro? No, ya no, al parecer el desempleo ya no es noticia en Albacete.
  • ¿Os importa quién se va a presentar a alcalde dentro de nada? No, menudo rollo, además, «yo no entiendo de política».
  • ¿Os importan las promesas de bajadas de impuestos? No, porque sabemos que son mentira, que vendrán camufladas de otros impuestos que subirán.
  • ¿Os importan las fiestas patronales y festividades de verano? Hombre, por supuesto, somos un pueblo alegre y festivo. Aunque los toros y los conciertos sean una chapuza (por culpa de la crisis y de la mala gestión socialista, claro) y venga la diva del PP a llenar un campo de fútbol.

«Culebras de verano», «serpientes de verano», noticias que duran lo que dura una caña de un euro en el mes de julio en cualquier terraza de Albacete.

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