Por la financiación ilegal de su campaña

El procesamiento de Cospedal, cada día más cerca

Marto Egido Piqueras

Las últimas actuaciones del juez Ruz, imputando a José Manuel Molina, ex Alcalde de Toledo, en la trama de los 200.000 euros que, presuntamente, entregó una constructora por hacerse con la contrata de recogida de basuras en Toledo y que, presuntamente, sirvió para financiar la campaña electoral de Cospedal ha abierto la caja de los truenos con los Populares en Castilla-La Mancha.

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Cuando Bárcenas sacó a la luz el famoso “recibí” firmado por el tesorero de los populares en Castilla-La Mancha empezó, lo que puede ya llamarse, el principio del fin de Cospedal en nuestra región. Nadie se creyó las declaraciones de los Populares tras la noticia. Primero, dijeron que ese dinero no existía; después, que estaba en la contabilidad; más tarde, que era un dinero para pagar la campaña electoral y lo último y menos creíble, fue la declaración ante el juez del Tesorero, manifestando que nadie le dio nada y que firmó el recibí porque le daba miedo contradecir a Bárcenas.

Cospedal tiene ante sí uno de los mayores problemas desde que ostenta un cargo público, ya que juristas de reconocido prestigio hablan que el paso lógico siguiente del juez, tras recibir la declaración de Molina en noviembre, será inhibirse en favor del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Tanto Cospedal como Vicente Tirado, presidente de las Cortes Regionales, están aforados y debe de ser este Tribunal el que los Juzgue, pasando el procedimiento de la Audiencia Nacional al Tribunal Regional con sede en Albacete.

Cospedal ni en sus peores sueños podía pensar que se diera este escenario judicial a siete meses de las Elecciones Municipales y Autonómicas, viéndose sentada en el banquillo junto a su fiel escudero Tirado.

Los nervios están a flor de piel y Cospedal no se fía del todo de lo que el resabiado Molina pueda declarar, ya que todo el mundo sabe que Molina no come en el plato de Cospedal y que han tenido varios “enganchones” políticos, uno de ellos cuando Cospedal lo vetó de las ultimas listas electorales, de ahí que esté apartado de la política regional. Molina podría tirar de la manta para quitarse el muerto de encima y arrastrar tanto a Cospedal como al peso pesado de Tirado.

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En círculos toledanos, ya se habla de que Cospedal tendría pensado sacrificar a Tirado para salvarse ella, cargándole todo el muerto y que podría hacerle que cayera sobre sus anchas espaldas todo el peso de la Ley. Por si acaso, y aunque solamente faltan pocos meses para las Elecciones, Cesárea Arnedo vicepresidenta primera de las Cortes está preparada para sustituir a Tirado ante una hipotética imputación, porque esta política, también de peso, se tiraría a un pozo si se lo ordenara Cospedal. Todo apunta a que si hay imputación de Cospedal, Tirado dimitirá antes de navidades para quitarle el foco mediático a su “jefa”.

Entre el tema de las basuras y la reforma electoral que se publicó oficialmente esta última semana y las encuestas que pronostican que el PP perderá la región hace que los nervios de Cospedal estén a flor de piel. La reforma electoral y la reducción de diputados, diseñada mucho antes de la aparición del fenómeno Podemos, puede hacer que la victoria del Psoe, con el apoyo de los partidos de izquierdas, sea mucho más fácil y pueda hundir literalmente a los Populares. Miembros del PP reconocen ya sin esconderse que fue una cabezonería de Cospedal y de los iluminados que tiene a su alrededor y que esto traerá muy serias consecuencias.

El alza de Podemos, la recuperación en Castilla-La Mancha del Psoe, con Emiliano García Page a la cabeza y unos buenos resultados tanto de IU, como UPyD puede hacer que Cospedal pruebe en sus carnes la propia medicina que diseñó para humillar a los partidos de la oposición y que podrá ser su tumba política. Nadie puede negar que si Cospedal pierde clamorosamente en Castilla-La Mancha en mayo, su fin político estará ya escrito, sobre todo con un congreso nacional de los Populares el próximo año, donde tendrá que dejar su puesto quiera o no quiera.

La prepotencia, el desprecio y la chulería con la que ha tratado estos años a los castellano-manchegos le pasará factura, se tendrá que marchar a su puesto de abogada del estado y suerte que tiene un magnífico trabajo, muchos miles de españoles, por sus políticas y las de los suyos, no tienen un lugar donde trabajar. Ella continuará siendo una privilegiada.

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