El futuro del nuevo líder del PSOE

Juego: «Pedro muere»

  • Bien podría llamarse así un macabro juego que ya ha comenzado y cuyas batallas determinantes serán en marzo, mayo y de momento noviembre.

Felicium

Hay cinco jugadores principales: Susana, Pedro, Mariano, Pablo y X. Solo pueden sobrevivir dos, y al máximo tres. Este es un juego tan extraño como siniestro, Susana y Pedro juegan en el mismo equipo, lo que no garantiza que tengan los mismos objetivos.

Pablo juega solo, y a Mariano y a X les sucede lo que a Pedro y Susana, que aunque vayan en el mismo equipo no parece que sus destinos sean los mismos.

El lector estimará que cuando uno juega a un juego es para vencer y porque tiene posibilidades reales de ganar algo, si no, obviamente no jugaría. Así se han formulado en el ámbito académico las denominadas teorías de juego para elegir la opción que más nos haga ganar. Pero este no es el caso.

La primera batalla se juega en Andalucía el 22 de marzo. Aquí parece no haber terreno a la duda, Susana saldrá clara vencedora y se legitimará como la esperanza y salvadora de su equipo, ya que éste lleva sin ganar desde el año 2008 y no parece haber resuelto las muchas crisis que le asolan: identidad, liderazgo… El golpe de Susana en esta batalla parece claro. Los demás jugadores poco tendrán que decir en este enfrentamiento dominada por Susana, quizá raspar de algunos lados para que la estratega Susana no consiga la hegemonía absoluta del sur.

La segunda batalla se dará en mayo. Susana esperará sentada en su sofá la jugada sin intervenir apenas. Pedro, aunque no jugará directamente, sí lo hará indirectamente y un mal resultado del equipo de Pedro podría ser la excusa perfecta para que la acechadora Susana empiece a reclamar su liderazgo en el equipo de Pedro. Las previsiones no son buenas para el equipo de Pedro. El rival clásico de Pedro fue el equipo de Mariano, pero parece ser que aunque el equipo de Pedro no consiga buenos resultados no será porque Mariano lo hace, sino por la aparición de un nuevo jugador en el tablero, que aunque tampoco se presente en esta batalla directamente, sí lo hará de forma indirecta a través de sus peones, hablamos de Pablo naturalmente. Un mal resultado de Pedro y de Mariano hará que X y Susana comiencen a mover la silla, pero no adelantemos acontecimientos.

La tercera batalla es en noviembre, salvo que Mariano, por cuestiones electorales, decida retrasarla a enero. Colegas míos vaticinan que si la derrota de Pedro en mayo es muy abultada, Susana reclamará su salida del equipo para ocupar ella lugar preminente en la batalla de noviembre; permítanme discrepar. Susana sabe que la batalla de noviembre es imposible ganarla, ni siquiera con ella como nueva jefa del equipo, y nadie juega para perder. Ella no quiere líos tan pronto. Solo tiene que esperar sentada en el sofá para ver como Pedro se estrella en noviembre quedando segundo o todavía peor, tercero.

Las posibilidades de quedar primero para Pedro son demasiado remotas como para hacer previsiones con ellas. Y todo lo que no sea esto, es la muerte de Pedro. Veamos.

Pedro es segundo y apoya al equipo de Mariano para caminar juntos, Pedro muere por alta traición.

Pedro es segundo y es apoyado por Podemos para caminar juntos, Pedro muere por ser rehén de contradicciones imperdonables.

Pedro es tercero, Pedro ya está muerto, haga lo que haga.

Una vez muerto, Susana, ganadora de la única batalla que el equipo de Pedro ha podido realizar reclamará que ella es la única que puede salvar a su equipo y volverlo a llevar a la victoria general de nuevo. La próxima batalla general es una incógnita y dependerá del resultado de la de noviembre. En cualquier caso, se prevén alianzas que pueden sorprender a más de uno y qué no sabemos cuánto durarán o en qué consistirán. Así y con todo, no sabemos cuánto aguantará el cadáver de Pedro en descomponerse y echar un tufo insoportable como para enterrarlo directamente.

¡Hagan sus apuestas!

 

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