Campañas electorales, con algo de picante

Las espadas en alto y los puños abajo

Que se preparen los candidatos del PP, del PSOE, de UPyD, de Ciudadanos, de Ganemos, porque la campaña ha empezado con buen ritmo: con acusaciones y búsqueda de historiales ocultos. ¡Atentos al Facebook!

Miguel Ventayol

Mira que yo pensaba que no pero resulta que sí, la campaña por la alcaldía en la ciudad de Albacete ha empezado a enturbiarse. No acierto ni una.

Al principio consideramos que iba ser limpia por el perfil de los dos máximos rivales. Por el PP, en el lado derecho del ring, con los kilos justos de peso y bien peinado, Javier Cuenca. En el lado izquierdo del ring, con chaqueta de pana y perdiendo kilos (porque le espera la media maratón de junio), Modesto Belinchón.

La primera que le soltaron a Modesto fue que no había aprobado las oposiciones, una crítica que motivó el ascenso inesperado de visitas en la web del candidato socialista, un achuchón gratis muy apreciado por cualquier publicista. Ahora ya no estamos seguros de si aprobó una, dos, tres oposiciones o le regalaron el puesto con los puntos de los Phoskitos.

La segunda la ha adelantado esta semana Antonio Martínez, afirmando que Javier Cuenca montaba academias clandestinas para sacarse unas perrillas preparando opositores. Y lo malo, no sería que hiciera doblete, que la crisis es muy mala para todos. La pega es que, según Martínez «esta academia es de dudosa legalidad, pues los centros escolares públicos son de titularidad del Ayuntamiento y los gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha. Tendría que haber sido autorizado por el Consejo Escolar del Centro, que tendría que haber informado a la Delegación de Educación”.

¡Ya está el lío!, y acaba de empezar abril, porque recordemos que la campaña electoral como tal no se inicia hasta el día 16 de mayo, ¡pues no tiene que llover!

Que se preparen los demás candidatos, a lo mejor Hernando Martínez de UPyD vendía ibuprofeno sin receta en su farmacia o la candidata de Ciudadanos, Carmen Picazo, bebía a morro en el 2 de la Parra antes de ponerse a litigar en los juzgados, que todo puede ser. Y no devolvía el casco, lo dejaba tirado en el suelo.

Ah, de Ganemos no digo nadak porque luego nos dicen «sitio últimamente tan hostil»y no quiero molestar a mis amigos.

Así que la cosa está abierta a críticas: un empleado público en duda de si aprobó o no, un empleado público que montó una academia para sacarse unas perricas; un farmacéutico a punto de jubilarse con recetas sospechosas, una abogada rubia que bebía a gañote.

La campaña está servida.

miguel ventayol