Nacho Villa ha dado espectáculo hasta el final

‘No nos moverán’

Marto Egido Piqueras

Esta tarde me acordaba del programa que se inventó Nacho Villa en Castilla-La Mancha Televisión y que presentó Yolanda Guirado, con una audiencia ridícula y que su único fin fue poder contar con contertulios nacionales que a la postre nunca hablaran mal de Cospedal en sus otras tertulias nacionales. También estoy recordando la cara de Guirado en la presentación de la noticia del contagio del ébola por una auxiliar de enfermería, haciendo una payasada con los guantes y que hizo caer en el mayor de los ridículos a la televisión castellano-manchega. Tampoco me olvido de la jefa de informativos, Victoria Vigón, denunciada por la Inspección de Trabajo de Toledo por un supuesto trato vejatorio a los trabajadores y que pudimos escuchar tras la filtraciones de los audios entre noticia y noticia del informativo, donde esta “profesional” trataba presuntamente a sus compañeros de una forma denigrante.

Todos estos personajes, capitaneados por Nacho Villa, son los que están haciendo realidad el nombre del programa “No nos moverán”, ya que se están agarrando al puesto de una forma vergonzosa y lo más contraria a las normas éticas de la profesión. No solamente se niegan a presentar su dimisión tras el cambio de gobierno, que sería lo lógico, sino que continúan utilizando el medio público descaradamente para realizar un ataque frontal contra el Presidente Page y todo su Gobierno. Todavía me acuerdo del día de la toma de posesión de Page, cuando relegaron al minuto veintitantos esta noticia, cuando debería haber abierto el informativo. Pienso sinceramente que creen que todavía gobierna Cospedal y que esta televisión es suya para todo lo que quieran.

Nacho Villa y todo su equipo en estos cuatro años han tenido como única misión la tergiversación de la información, su manipulación, hacer una «tele» de partido y denigrar a los responsables de la oposición. Por decencia Villa y su gente tendrían que haber presentado su dimisión el día 4 de julio, cuando Emiliano García-Page tomaba posesión de su cargo de presidente de Castilla-La Mancha. Su actitud de agarrarse al sillón es el reflejo de la prepotencia, falta de estilo, no saber estar y tener el medio a su absoluta disposición, llegando a extremos que serían más de sainete que de una televisión pública.

Esta semana, el Gobierno regional, ante el bloqueo del PP para renovar el consejo de Administración y la negativa del director general para presentar su dimisión, no ha tenido otra salida que presentar una modificación a la ley que regía el ente público de la Radio-Televisión castellano-manchega y serán las Cortes Regionales, las que modifiquen el apartado del nombramiento del director general e impidan que continúe el bloqueo popular.

Lo de estos días, desde la toma posesión de Page hasta hoy mismo, ¡ha sido un auténtico disparate mediático! Lo realizado por los informativos de nuestra televisión regional, dando la total primacía al Partido Popular, ninguneando la información del Gobierno regional y tratando de desprestigiar a los nuevos cargos; en resumen lo mismo que los últimos cuatro años.

En política hay que saber ganar y también hay que saber perder y el Partido Popular no ha sabido perder, el bloqueo al cambio en la dirección de la televisión regional es un claro ejemplo de intentar seguir manipulando aunque los ciudadanos le hayan quitado la legitimidad en las urnas. Es un espectáculo bochornoso la trayectoria de esta televisión que en los últimos años ha sido la mofa de todos los medios nacionales y se despedirá también de la misma forma. Espero que Nacho Villa y su equipo acaten la modificación de la Ley y desalojen RTVCM, ya  que sería lamentable que ellos mismos fuesen la noticia cuando la policía los desalojara por “okupas”.

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