Imposible quedarse indiferente al relato de Juan Diego Botto. El Día del Libro concluyó en Albacete con una obra de teatro que es puro compromiso. Una bofetada de realidad pero sobre todo el grito desesperado de los sin voz. Y como colofón una reivindicación desgarrada de la cultura. ¿Dónde fue? En una de las joyas de la capital, el Teatro Circo.