Cuenta la leyenda que los aficionados de Tobarra esperaban con las manos abiertas y las botas afiliadas a sus contrincantes de Hellín, enemigo aférrimo por tradición, historia y proximidad.
Cuenta la leyenda que los aficionados de Tobarra esperaban con las manos abiertas y las botas afiliadas a sus contrincantes de Hellín, enemigo aférrimo por tradición, historia y proximidad.