Gracias a la buena labor de los dispositivos de extinción de incendios forestales pocos incendios se hacen grandes, porque la mayoría los apagan rápido. Pero los grandes se vuelven prácticamente incontrolables porque los montes están descuidados por la despoblación y el abandono del medio rural, es la España casi vacía del interior. El monte está lleno de combustible inflamable, al no cortarse la madera ni la leña que toca y la broza se acumula en marañas.