Gracias a la buena labor de los dispositivos de extinción de incendios forestales pocos incendios se hacen grandes, porque la mayoría los apagan rápido. Pero los grandes se vuelven prácticamente incontrolables porque los montes están descuidados por la despoblación y el abandono del medio rural, es la España casi vacía del interior. El monte está lleno de combustible inflamable, al no cortarse la madera ni la leña que toca y la broza se acumula en marañas.
Los montes no estaban limpios
La suerte quiso que el fuego no ardiera este verano
Miguel Ventayol
«Este verano ha sido de los duros, no ha caído ni una gota de agua en Albacete. Bueno, no es cierto, alguna tormenta de esas que estropean más que arreglan ha caído, de granizos duros como piedras. Pero el resto del verano, sequía, sequía, sequía». (…) «Daré gracias al cielo porque como yo, muchos habréis caminado por zonas sucias, cargadas de la basura que deja el monte y se convierte en pólvora mirando al cielo, suspirando por agua, suspirando porque ningún bote de refresco, ninguna colilla, ningún matojo, ninguna parrillada, se transformara en bosque quemado».