Juan Marcos Molina se ha convertido “supuestamente” en el azote de los socialistas de los pueblos. Su falta de protagonismo en el Ayuntamiento de Albacete -donde es concejal de segunda- le ha llevado a centrarse en la provincia, pudiendo desarrollar su faceta de ‘picapleitos’ gracias a su cargo en la Diputación de Albacete. La institución más oscura donde se se esconden los mayores secretos.