La solución estaría, idealmente, en la senda federal. Pero no limitada a un mero cambio de nombre, en el que suplir el término, «autonómico» por «federal», que es el camino por el que optan quienes quieren abrir terceras vías políticamente correctas.
Ensayo del profesor Muñoz Machado
A propósito de Cataluña, porque soy un «traidor» y un «pesimista»
Jesús Perea