«En ocasiones, echo de menos a aquella mujer que con su ferviente manifestación quiso reventar el acto de la Red Feminista. Echo de menos a una de sus hijas llamándome ‘nazi’ y ‘espartana’, ya que según ellas era una ‘asesina’. (…) Esta es la España profunda a la que me refiero, en un Albacete en el que aún quedan mujeres dando charlas en los colegios a las niñas sobre como cerrar las piernas, en vez de enseñarlas a como abrir sus mentes».