Un año más se representó Don Juan Tenorio, por la festividad de Todos Los Santos en Albacete. Un cuadro del imaginario neoliberal, sobre la individualidad y la única categoría susceptible de “salvación” para la modalidad de ser aristócrata y varón, claro.
‘El Burlador’ de Tirso de Molina, ¿de actualidad?
El Teatro Circo de Albacete recupera el Don Juan en la víspera de Todos los Santos. Mario Plaza analiza la dimensión política actual de la obra, en la que «la subordinación de las mujeres es esencial al modelo socioeconómico vigente». También alude al «carácter irreformable de los órdenes de los poderosos, que necesitan de un recurso arbitrario, irracional y mistificante, para corregir las injusticias que ellos mismos generan». Y todo, «en un contexto de libertad que subyace pero solo para la clase privilegiada».
Un acertado Don Juan
“Señor, si el deber de la comedia es corregir a los hombres divirtiéndolos, he creído que en mi oficio no podía hacer nada mejor que atacar por medio del ridículo los vicios de mi siglo, y como la hipocresía es uno de los más corrientes […] he tenido la intención de hacer una comedia […] que desacreditase a los hipócritas […]”.