Aunque son escasas las visitas de la presidenta de Castilla-La Mancha a los pueblos de Albacete, ninguna de sus apariciones pasa desapercibida. Decenas de agentes de la Guardia Civil vigilan -a las órdenes del delegado del Gobierno Jesús Labrador- que nadie se acerque a la presidenta, hasta el punto de que no se oigan ni los gritos de los ciudadanos, para que no le molesten. Este viernes ha visitado Munera y El Bonillo.
Decenas de guardias civiles la separan del pueblo
Cospedal no puede venir a Albacete sin escoltas
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