«¿Cómo sabemos que realmente se ha iniciado el asesinato si no está muerta la víctima? ¿Y si sólo se querían causar lesiones, hacerle daño, pero no matarlo? Al fin y al cabo no está muerto, sino herido». Es el juicio a un hombre que agredió brutalmente a otro, hace más de un año, increpándole por haberle parecido que «le decía algo a su novia». A la espera de que la Sala de la Audiencia dicte sentencia, María S. Galindo analiza las diferencias entre «asesinato» y «homicidio».