La pérdida de un ser querido es el trago más amargo de la vida. Nacho quería ser periodista y, acababa de empezar a serlo. Durante las prácticas que realizó en Albacete se ganó el cariño y el respeto de todos los que le conocieron. Para nuestro compañero Miguel Ventayol y su familia, febrero es un mes para el recuerdo. Para ellos, Nacho era mucho más que un joven que soñaba con este oficio vocacional y proyecto de vida.