Miguel Ventayol se refiere con ironía al nerviosismo detectado, sobre todo en los pueblos, para que no haya nadie sin empadronar antes del 31 de diciembre. Los que no lo estén antes de fin de año no podrán votar en las Elecciones de mayo de 2015 y ya se sabe que en el medio rural cada voto es decisivo para que la balanza se incline hacia un lado o el otro, ¡estén atentos!