Trabajos a favor de la comunidad por reprender a un niño a correazos, pegar a una madre o abofetear a un bebé
Una madre albaceteña ha sido condenada por propinar a su bebé de 14 meses hasta 20 bofetadas por vomitar la comida. Una abuela hellinera ha ido a juicio la pasada semana por pincharle a su nieto de cuatro años con una aguja de coser porque se portaba mal. Una hija discapacitada le dio una paliza a su madre porque no le quería dejar coger un autobús para ir a Imaginalia. Y así, hasta una decena de asuntos de violencia familiar, que hemos conocido en los últimos días en la provincia, y en los que se dirimen conductas violentas que, en la mayoría de los casos, de no mediar relación de parentesco de por medio, nunca habrían llegado a los tribunales.