A falta de unos pocos días para un nuevo proceso de votaciones, es interesante echar la vista atrás para ver qué hacen y cómo se comportan los que un día salieron elegidos por el voto de millones de ciudadanos.
La pira funeraria de una España adormecida en la indolencia
Ahora, cuando las brasas se apaguen y el paisaje ofrezca una nueva cicatriz en la vergüenza colectiva, en vez de reclamar comisiones de investigación, como ya se apresuran a hacer los aplicados devotos del manual de vieja política, lo prioritario debería ser evitar las nuevas Seseñas que están por venir.
La pasión que nos sobra; la razón que nos falta
«Una de las rémoras de España que hacen de la nuestra una democracia de muy baja calidad».
Es el partido, idiota; el país es lo de menos
«Pasó el otoño, se fue el invierno y amenaza la primavera temprana con dejar en herencia unas nuevas elecciones que enmienden a los españoles de sí mismos, por no haber sido lo suficientemente idiotas con su voto a la primera».
Podemos y la hora de los fontaneros
El fontanero político también es un solucionador de problemas. Un profesional de la detección de fugas, de la sustitución de los conductos y de limpiar la escena de la reparación para que el resto de la organización siga funcionando.
Tenemos que hablar de… las diputaciones
Jesús Perea escribe sobre el acuerdo para la supresión-eliminación-reforma, o lo que sea, de las diputaciones provinciales en el acuerdo PSOE – Ciudadanos.
España huele a corrala
Ventanas abiertas, para que el puchero suelte el vapor hacia el patio, con olor a cocido, a vino rancio y a café de media mañana. Las sábanas huelen a caldo de gallina.
En un lugar de Levante…
«Ganamos aunque seamos corruptos. Es más, casi me atrevo a decir, que ganamos porque somos corruptos. Es porque ese montón de mierda es el estiércol que abona los sueños del pueblo que nos vota. El pueblo que hoy abarrota estas gradas».
En un pueblo como La Roda, lo revolucionario era mojarse
«En la política, la estética es tan mala consejera para quien juzga en función de ella, como para quien alardea de la misma, como si la rasta o el piercing otorgara más razón para la indignación por el sólo hecho de exhibirla o la vestimenta anodina convirtiera a un currante en un carcamal tardofranquista».
El nihilista socialista que leía a Benedetti
En el triunfo de los ‘tácticos’ descansa buena parte de los males que aquejan al que antaño fue el partido central del sistema democrático español.