«Wahb Alláh recibió el encargo de convertirse en el hombre que se ocupara de una zona fronteriza que a nadie importaba, en la que ni siquiera los guerreros paraban a avituallarse, según las crónicas. Pero él tenía visión de futuro, era imposible que una zona estratégica, de paso entre Andalucía, Levante y Castilla quedara reducida a un castillejo y pocas familias, ¿cuántas posibilidades encontraría él? Las posibilidades son imaginación hasta que el esfuerzo las transforma en realidad; y la realidad encuentra muros altos como en Chinchilla».
Viaje manchego al centro de nuestra tierra
«Las lagunas eran un espejo mate, de brillo hipnótico. Las lagunas siempre hacen que recuerde a García Pavón. Llegué a mi destino y contemplé el efecto de la primavera sobre las Lagunas. No supe diferenciar entre el cielo y la superficie, me acerqué a la orilla, acaricié levemente el agua y rompí el encanto; como el adolescente que abre demasiado la boca en el primer beso».
«Los hijos de Kennedy»
(…) «Ellas hablaban de la preciosidad que era el Teatro Circo, de sus niños en el colegio y lo rápido que crecían en las casas ajenas. Iban hablando de casualidades: la Feria del Libro nada más salir del teatro: Albacete parecía una ciudad repleta de cultura y personas tranquilas. Un buen sitio del que todo el mundo hablaba bien».(…)
La chica de la Calle Mayor
El centro de Albacete siempre ha sido una zona especial, donde la gente que trabaja se saluda, se conoce y comenta el tiempo, el viento o la Feria. Son de esos espacios donde quieren estar los escaparates y donde paseas para ver y ser visto.
Ave Albacete-Marte
El relato de Miguel Ventayol es un viaje por parte de nuestra provincia, incomunicada entre sí a no ser que dispongas de vehículo propio. No es la primera vez que abordamos este asunto que Ventayol recuerda con su maestría literaria habitual. «Sin ser ingeniero es complicado sobrevivir en esta tierra, aunque hay personas que se las componen de maravilla para vivir bien y vivir del cuento, o viajeros que se llaman a sí mismos aventureros porque son capaces de no comprometerse con nada más que con ellos mismos y su cepillo de dientes».
Hazte un ‘selfie’ pero en privado
(…) «Reían pensando en que si esto es lo que interesa a la mayoría de la gente, eso les darían. Si Albacete tiene que aparecer en las noticias por un concejal deslenguado, o un cobrador del frack, ¿para qué investigar fraudes, investigar el precio del agua, las subvenciones de la Administración, o la construcción de casas ilegales?»
‘La Estrategia del Escorpión’
Hablar bien de alguien no está nunca de moda, hablar bien de un cantante de Albacete no está de moda, a no ser que lo digan los de Radio 3. (…) Albacete. Ya sabéis, ese sitio que si estuviera doscientos kilómetros al Este o doscientos al Norte nos transformaría a todos en más artistas, más famosos y más llamativos.
¡Cuánto arte hay en Albacete!
Albacete es un lugar de cultura y de cultos, de listos y de inteligentes; de personas que están deseando ver a un tipo tocar, a una persona actuar, a un escritor presentar su libro o un periodista ofrecer su punto de vista al respecto de la vida y del amor. Incluso tenemos ganas de ver a un tipo con gafas oscuras soltarnos cuatro frescas y aguantarlo porque sale en la ‘tele’ y es famoso.
Un tipo sencillo en el mejor lugar del mundo
«Robert Graves, un emigrante del que quizás hayas oído hablar frenó en un semáforo en ámbar y me explicó las ventajas de vivir en una ciudad como Albacete, donde no hace falta correr, ‘por mucho que corras, tampoco vas a ganar demasiado tiempo'».
La radio en negro
El periodista Miguel Ventayol narra el viaje de Luis Alfonso, un universitario almanseño en Madrid que regresa a casa por Navidad. Ventayol nos transporta en un viaje en el tiempo en el que no sabemos si realmente nos hemos movido o nos han devuelto al blanco y negro a través del dial de la radio del coche del protagonista. Escrito con una estética brillante y apartemente inofensiva, el texto encierra una crítica feroz a los políticos que recortan en medios de comunicación y periodistas como símbolo del desmoronamiento del estado de bienestar.