Pero podría ser más accesible

¡Cuánto arte hay en Albacete!

Miguel Ventayol

Albacete siempre ha sido un lugar de cultura y de cultos, de inteligentes y listos, de personas que quieren ir a ver espectáculos y espectáculos que ve la gente.

A pesar de impuestos e imposibilidades, a pesar de la mala prensa que tienen los actores del cine, del teatro, de los pasacalles y del circo, parece que poco a poco recuperamos la dinámica de conciertos, obras de teatro, exposiciones y charlas conferencias.

Que luego vayan los listos y los inteligentes es otra cuestión; porque Albacete, además, es un sitio ideal para ver y ser visto.

Que luego cuando quieras comprar las entradas te resulte poco menos que imposible, es otra cuestión. Que luego cuando vas al Teatro Circo veas huecos vacíos de las entradas que no pudiste comprar a través de la CCM, es otra cuestión.

Dicen que Kiko Veneno prometió no volver a Villarrobledo después de que la organización del Viña Rock lo dejara a medias en una canción. Los rockeros protestaron, la banda protestó y Kiko intentó cantar con un megáfono, al estilo sindical, pero sus rimas no llegaban a la segunda fila. Se enfadó y prometió.

Dicen que Loquillo prometió no volver a Albacete después de una trifulca con un tipo grandote que le lanzó un bote de cerveza en pleno concierto. También aseguran que Faemino y Cansado prometieron no volver a Albacete después de que un promotor los trajera a la ciudad y se fueran por la misma carretera de Madrid sin cobrar ni un duro.

Pero son cosas que se dicen, que se rumorean o chismorrean y yo debo advertir que son rumores porque no puedo confirmarlos hablando directamente con los mencionados. Aunque, por otro lado, ¡qué le vamos a hacer! Nací en una región donde los chismes mejoran la realidad y la hacen más divertida.

Tenemos conciertos en bares, varias empresas privadas por no decir apasionados de los conciertos con ganas de hacer cosas (la frase “gente que hace cosas” no es mía, es del Presidente del Gobierno) y obras de teatro en nuestros esplendorosos y repletos teatros.

Albacete es un lugar de cultura y de cultos, de listos y de inteligentes; de personas que están deseando ver a un tipo tocar, a una persona actuar, a un escritor presentar su libro o un periodista ofrecer su punto de vista al respecto de la vida y del amor. Incluso tenemos ganas de ver a un tipo con gafas oscuras soltarnos cuatro frescas y aguantarlo porque sale en la ‘tele’ y es famoso.

Dicen que la mayoría de las veces, cuando viene un artista por primera vez a Albacete y lo llevan de paseo por el centro y a comer ambrosías manchegas, la frase más repetida es “Albacete no es lo que me esperaba”, “Albacete es mucho mejor de lo que pensaba”.

En el último concierto que interpretó Ara Malikian en Albacete aseguró que el teatro más bonito donde había actuado era el Teatro Circo.

¡Qué cosas! Podríamos pasarnos horas y horas mirándonos este precioso ombligo que tenemos o podríamos ponerlo un poco más fácil, un poco más barato, un poco más accesible.

Para que, además de los listos y los inteligentes, pudiéramos ir todos los demás.

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