Verónica Blanco analiza la actualidad marcada por el nacionalismo catalán y español que nos han impuesto los dirigentes políticos y económicos a todos los españoles.
Porqué se me quitan las ganas de escribir de política
«En medio de la modorra del éxodo de las radiales. Es la cortina de humo para esconder al mundo las miserias de un presidente en funciones que guarda espacio en la agenda para recorrer las vías verdes de Pontevedra a trote cochinero»
En un lugar de Levante…
«Ganamos aunque seamos corruptos. Es más, casi me atrevo a decir, que ganamos porque somos corruptos. Es porque ese montón de mierda es el estiércol que abona los sueños del pueblo que nos vota. El pueblo que hoy abarrota estas gradas».
Los miguelitos no son de derechas ni de izquierdas
«Como a mí me (des)rodeñizaron desde el momento en que desafié a la derecha rodeña, no me extraña la sutil estratagema que acaba convirtiendo en apátridas a los que no comulgan con un credo mayoritario capaz de asimilar la visita de un jefe de Gobierno a la de un jefe de Estado».
Ahora toca: «Mariano, el bueno»
Hay que ser muy hipócrita y mentiroso para dar la rueda de prensa que ha dado. Al más puro estilo americano, rodeado de símbolos que emulaban a la Casa Blanca y con primeros planos a los periodistas a los que ha despreciado todo este tiempo.