¿Una historia de fútbol?

Un partido de muerte

Imagen de Wikipedia
Miguel Ventayol

Voy a contar una historia que ni es mía ni pensaba escribir pero José Ángel me ha dado permiso de boquilla, así que le tomo la palabra. José Ángel está llevando a cabo una tremenda labor de recogida de información que se convertirá en una exposición y si los hados quieren, un libro. Un ejemplar en el que encontraréis historias mejor relatadas como la que sigue:

Corría el año 1920 o quizás fuera 1940 pues la memoria flaquea a ciertas edades. El fútbol siempre fue lo que es y siempre acarreó tanta pasión como locura y enfrentamientos, entre aficionados, clubes y poblaciones vecinas.

Cuenta la leyenda que los aficionados de Tobarra esperaban con las manos abiertas y las botas afiliadas a sus contrincantes de Hellín, enemigo aférrimo por tradición, historia y proximidad.

Un buen contrincante, un buen enemigo y hermano pero en el campo, las zancadillas vuelan, los codos aletean y el barro se pega al balón de cuero como la costra de la sangre seca.

Los buenos aficionados de Hellín, cargados de ironía y confianza en la victoria, se desplazaron hasta Tobarra con pancartas, merienda y una caja fúnebre como insignia. «La que os va a caer», parecían decir, «Vais a morir en el campo», insinuaban otros. «Goles hasta fenecer», presagiaban los más.

Pero en Tobarra no se amilanaron y pelearon como sabían, haciendo el caso justo a las provocaciones y cánticos, olvidando las cajas de pino y la superior categoría del contrincante.

Empezó el partido y jugaron tan bien que iban obteniendo una leve victoria, tremenda, importantísima, significativa, histórica. Pero algo más sucedió en uno de los laterales que en aquella época hacían las veces de grada y asiento. Uno de los aficionados de Hellín, por azar, mala suerte y destino, se dejó caer fulminado sin que nadie pudiera hacer mucho más por él.

No había médicos posibles, ni primeros auxilios, ni camilleros o ambulancias. Hasta que alguien pensó con la mente pragmática del hombre de campo.

El mismo ataud que caminó alegre de camino a Tobarra, volvió cargado y en silencio de vuelta a Hellín en un partido histórico sin duda, suspendido según las crónicas y la normativa en vigor.

 

Historia basada en hechos reales reproducida con permiso de José Ángel, director de Radio Tobarra.

 

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