El mes de diciembre es un mes cargado de días especiales. Tantos que corremos el riesgo de trivializarlos

Rutinas de provincias el día de la Constitución

El día de la Constitución uno de mis amigos me confirma que no podrá votar porque los papeles de la propaganda electoral no llegaron a tiempo a su domicilio de Australia. "Está tan lejos", bromeamos. Por otro lado, solo llegó dos días tarde, tampoco es tanto.

Miguel Ventayol

El día de la Constitución lo vive uno en Albacete, ciudad de provincias que, como dice El País, somos pequeñas provincias.

El día de la Constitución bajo a por unos churros y unas porras al comercio del barrio. Está lleno hasta arriba lo cual me agrada porque quiere decir, por un lado, que los comercios de barrio siguen funcionando. Y, por otro lado, que hay muchas más personas que no se van de puente de lo que pensaba.

El día de la Constitución, en el breve camino desde casa, al kiosko y la churrería, cuatro personas me piden dinero por la calle, y dos coches casi me atropellan en sendos pasos de peatones. Culpa mía, por ir pensando en las elecciones del 20 de diciembre y el día de la Constitución en una pequeña provincia.

El día de la Constitución como es festivo, hago llamadas gratuitas a amigos de este y el otro lado del charco, sea cual sea el charco que cada cual ha tenido que saltar para ganarse la vida. Como han informado mis amigos de Masquealba: «Entre enero y junio de 2015 otros 760 albaceteños han dejado la provincia para ‘buscarse’ la vida en otros países».

El día de la Constitución hablamos de política, de las elecciones generales y de los parecidos razonables de los líderes políticos como algunos compañeros de clase de cuando estudiábamos Ciencias Políticas. Parecidos tan razonables que no se llevarán nuestros votos. O sí, porque el voto es secreto, personal, intrasferible. Constitución Española de 1978.

El día de la Constitución uno de mis amigos me confirma que no podrá votar porque los papeles de la propaganda electoral no llegaron a tiempo a su domicilio de Australia. «Está tan lejos», bromeamos. Por otro lado, solo llegó dos días tarde, tampoco es tanto. Además, me informa de pequeños albaceteños que nacerán en el extranjero. ¡Qué bien que nazcan niños!

El día de la Constitución tengo que reconocer que el lema del Partido Popular es de los mejores que he visto en años: «España en serio». Tiene tantas lecturas y es tan contundente que si me pongo a escribir sobre ello, se me pegará el arroz de domingo. Y mis hijos no me perdonarían un arroz quemado.

El día de la Constitución conozco a muchos amigos que trabajan, ¡menos mal! (nos quejamos por vicio) porque unos clientes han venido de Alemania. «Eso sí, no vayas a trabajar en un festivo de allí, que no te atiende nadie».

El día de la Constitución. A algunos se les llenará la boca de palabras gigantes. A otros de cañas, a otros de oxígeno al bostezar recuperando el aliento, mostrando pereza o hambre.