"El Nueva York de La Mancha" que vio Azorín

Lucecitas de clubs, de Navidad y, ahora, luces de campaña

Miguel Ventayol

El siglo XXI nos depara cada vez más sorpresas, nuevas tecnologías, redes sociales, vecinas gritando en el interfono, «nene, abre que voy a casa de la vecina».

Las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de publicidad han llegado a la ciudad, nos atrapan y, en serio, nos engatusan.

Camino de La Feria, por la calle de la idem, existe en un edificio que hace chaflán al que le han colocado un cartel tremendo, tremendo cartel publicitario de esos con pantalla LED. En pocas palabras, anuncios modernos. Si vas caminando, cuidado con las farolas. Si vas en coche, adiós farola.

Es un gran invento porque proporciona un extra económico a los vecinos con el que no habían contado en plena crisis (uy, la crisis ya se ha pasado). Anuncios de colchones, de seguros privados, de dentistas indoloros, de concesionarios de automóviles con plan PIVE y de Mariano Rajoy, a los efectos actual presidente del Gobierno de España, en serio.

Es el tercer chaflán que veo en Albacete donde colocan publicidad electrónica, visual, LED y modernaca de algún tipo. Ingresos extra para que a los mancheguicos se nos caiga la baba con un bikini, una lencería o unos calzoncillos apretados. En serio.

No es mala idea que el Partido Popular haya elegido esta opción porque algunos otros formatos publicitarios no tienen tanto tirón. ¿Os acordais de la publicidad en los papelillos de la zona azul? Imaginad que colocan la publicidad del PP en el reverso de los tickets de la zona de aparcamiento de pago: «España en serio». No es lo mismo.Museo-Municipal-Ayuntamiento

Cualquier espacio es bueno para la publicidad. Por ejemplo, al azar se me ocurre redecorar los andamios que cubren el Museo Municipal, antiguo Ayuntamiento, como si de una obra de Christo se tratara. Sería una manera de equilibrar el IVA cultural, con un gran eslogan de una entidad bancaria, o de una clínica privada. Y no lo digo por decir, sino porque son ellos quienes tienen la pasta. Si así conseguimos unas perricas para adecentar el Museo, bienvenida sea la idea, la regalo antes de que ningún emprendedor me la robe (uy, la tome prestada).

Ya que estamos, yo le pondría también un gran cartel al Banco de España (quiero decir, al edificio), porque con las cadenas en la puerta da la sensación de que se van a escapar los de dentro (¿o era para no dejar entrar a los de fuera?). En serio. Lo hemos podido ver en otras ciudades como Madrid o Barcelona, antes de que entraran los venezolanos a gobernar.

Es el siglo XXI que nos depara muchas sorpresas, debates, interfonos con cámara de vigilancia, teléfonos espías, balcones de edificios con publicidad de Neumáticos Morata y buzones con decenas de sobrecillos con publicidad electoral, en serio.

miguel ventayol