Poema de viernes

Un mono con un hacha

Miguel Ventayol

Dale a un mono un hacha y, verás…

-le dijo el hombre a la mujer, antes de mostrarle unas palabras,

unas fotos, de un día cualquiera de sol de invierno-.

Dale a un mono

una máquina de escribir

y encontrarás la belleza —respondió ella,

tratando de decir sin decir,

explicando la conexión entre las manos ágiles y

los altavoces

más ágiles aún.

Dale a una persona

alimento

y será capaz

de organizar el mundo a su alrededor, debatían.

En un día cualquiera

de sol y aceras limpias

impolutas de bolsas de plástico,

de chicles

ni colillas.

Impolutas de humo ni radiación.

En un día cualquiera

de abrazos, perdones, sonrisas

y un mundo brillante

por donde caminaban ella y él

hablando bajito,

no los fueran a oír.