Resignificaciones

En el Salón de Actos del Colegio Concertado San Francisco Coll FESD de Albacete se representa desde el día 8 de febrero y durante tres fines de semana consecutivos la producción de teatro musical Oliver de Lionel Bart

Mario Plaza

En el Salón de Actos del Colegio Concertado San Francisco Coll FESD de Albacete, en la calle García Más nº 40, se representa desde el día 8 de febrero y durante tres fines de semana consecutivos la producción de teatro musical Oliver de Lionel Bart. Esta obra se estrenó en 1960 en Londres. En 1963 se puso en escena en Broadway en donde recibió varios premios. Se ha reestranado muchas veces allí, algunas recientes. Y se ha representado en muchos lugares del mundo. En 1968 se hizo una película dirigida por Carol Reed que obtuvo varios premios Oscar.

El musical está basado en la novela de Charles Dickens Oliver Twist; or The Parish Boy´s Progress. Era la segunda novela del autor, publicada por entregas entre febrero de 1837 y abril de 1839. También se publicó ya como libro completo en 1938.  Con fines de reedición fue revisada por su autor hasta en cuatro ocasiones. La novela también ha tenido varias adaptaciones cinematográficas.

Lo primero que hay que reconocer es el mérito que tiene el trabajo de conjunto de actores y técnicos, dirigidos por Francisco Pérez Sánchez. Un gran desafío y un acierto completo. Sin evitar algunos pequeños desajustes, casi imperceptibles, que dan veracidad a lo que ocurre en el escenario, les tengo que reconocer que la segunda vez que he asistido a la representación me ha gustado más que la primera. Yo se lo recomiendo. Se aprecian así mucho mejor los detalles que hacen tan excepcional la representación.

En la parte del trabajo actoral encontramos al, como siempre, convincente y eficaz Ginés Ruiz, esta vez en el papel secundario de Mr. Bumble, así como a Raimundo García en el papel del malo Bill Sikes. Muy completa y matizada, con mucha presencia, la actuación de Juan Carlos Pardo en el personaje de Fagin, sobre todo en las características canciones del papel: You’ve got to Pick Pocket or Two, o en Reviewing the Situatión. Y, claro, Llanos López, en el personaje más entrañable de Nancy. Especialmente en la canción coral Oom-Pah-Pah, y en la sentida As Long As He Needs Me. Pero hay que destacar a todos. Así a Marcos Lozano en el Where is Love?, a Elena Moreno e Imma Monsalve en That’s Your Funeral, y a todos en los importantes coros  Food Glorious Food, Consider Yourself y Who Will Buy?, por destacar lo más sobresaliente. En fin, una fiesta.

Otra cosa es el significado de la representación. Lo que da título a esta nota es que la recepción del tema de Oliver varía según las condiciones históricas o sociales. Así la obra original se considera una novela “social” que denunciaba la brutalidad de la imposición del capitalismo, la acusada desigualdad social, la inmisericorde aplicación del sistema judicial a los desposeídos, la miseria de las necesarias instituciones de beneficencia, la falsa buena conciencia de las clases acomodadas, etc.

En los años sesenta del siglo anterior, centrales a eso que se ha llamado los treinta años gloriosos, 1945-1975, la situación es otra. Los aspectos que denunciaba Dickens eran absoluto pasado, anécdotas que casi se habían olvidado en la consciencia general, y de los que se pensaba que no podían volver. Los musicales eran espectáculo de consumo y consumo del espectáculo. Buena conciencia general: Mary Poppins, 1964, Sonrisas y Lágrimas, 1965, etc.

¿Y ahora, qué? Hay una crisis, ha aumentado la desigualdad. En España hay 12.9 millones de personas (27.9%  de la población) que se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, según el Informe AROPE 2017. Y el significado tiende a oscilar entre las dos situaciones que se han citado previamente.  Y nos hemos hecho más sensibles a otros aspectos de la realidad. En particular, y en primer lugar, a la acusada desigualdad y subordinación de las mujeres, que en la novela y en el musical chirría de forma escandalosa al ser presentado como un fenómeno natural. La heroína Nancy se rebela contra la injusticia que se hace a Oliver, pero no contra su propia condición subordinada, que acepta resignadamente y con la que se identifica.

¿Quiere esto decir que Oliver es una propuesta inconveniente, inadecuada, fallida? Bueno, no es tan fácil. En el libro de Michel De Certeau, de 1980, La invención de lo cotidiano (Universidad Iberoamericana, México, 2007) se rastrean una abigarrada variedad de procedimientos populares cotidianos  que parece que se conforman al orden de la totalidad vigente, pero sólo para cambiarlo. Y de forma que pase desapercibida a los detentadores de dicho orden.

El ejemplo privilegiado de encuentra en la canción en Fa Mayor, el vals rápido que abre el segundo acto: Oom-Pah-Pah. Aquí tienen la primera estrofa.

There’s a little ditty they’re singin’in the city

Especially when they’ve been on the gin or the beer

If you’ve got the patience your own

imaginations will tell you just exactly what you want to hear

Oom pah pah, oom pah pah, that’s how it goes

Oom pah pah, oom pah pah, everyone knows

And they all suppose what they want to

suppose when they hear oom pah pah.

Claro. No sólo es que las obras tienen distintas significaciones  según las situaciones, sino que en el trabajo cotidiano de resignificación hay tal vez un recurso contra las situaciones de opresión. Por favor, vean el coro, comprueben la sensualidad liberadora de sus notas, de las historias que cuenta. Todos pensaremos lo que queramos pensar (And they all suppose what they want to suppose). Nos haremos nuestras cuentas. Conquistaremos nuestra libertad. Si, también aquí y ahora.

Y ese es el importante horizonte que año tras año realiza el colegio San Francisco de Coll. En la defensa de cada obra teatral, en la puesta en pie de cada espectáculo, sobre todo, ofrece a los que en ella participan, a los que asistimos como espectadores, al alumnado del colegio, y a la gente de la ciudad de Albacete en general, esa posibilidad humana de que los significados, también el sentido de lo que sea una vida digna, los podemos establecer por nosotros mismos. Encomiables el esfuerzo, y el horizonte que la labor de la dirección de este centro docente nos proporciona.