Crítica literaria

‘Pan, Educación y Libertad’: lo último de Márkaris

  • TRAMA POLICIACA
  • Las calles tomadas por manifestantes
  • La Policía sin cobrar
  • Crisis que acaba con cualquier atisbo de idealismo
  • Sociedad exhausta

Miguel Ventayol

Albacete, 1 de enero de 2014, año nuevo, amanecen las calles apenas transitadas, elegantes chicos y chicas buscan la churrería perfecta, barata y poco concurrida. Quieren saber si es cierto que desde esa misma mañana el euro ya no tendrá validez. Año nuevo de 2014, peseta, dracma y lira ocupan de nuevo su puesto frente al euro.

Con un argumento como éste se inicia la última novela de Pietros Márkaris. No en Albacete, claro, sino en Atenas. En fechas recientes han estado en España presentando sus nuevos libros Mario Vargas Llosa y Pietros Márkaris. Es fácil adivinar que han hablado de lo humano y lo divino; a veces hasta de sus libros. Quizás es este un momento de la vida social y política en que hablar de libros sea radical e incluso alternativo.

Cuando un escritor presenta un libro y la mayoría de periodistas y entrevistadores se centran en las cuestiones políticas y no en las literarias, me viene a la cabeza aquella frase de “a nadie le importa la política”. Pero de vez en cuando hay que hablar de libros, porque en los libros es donde se encuentra la explicación de muchas de las cosas que suceden, de muchas de las cuestiones que más nos preocupan en la actualidad. Si hasta los analistas políticos estadounidenses mencionan a Baltasar Gracián como best seller de la comunicación política.

Hoy toca el último libro de Márkaris: Pan, Educación, Libertad. No os voy a mentir, no es el mejor de la saga del comisario Jaritos pero Márkaris no es tonto y aprovecha el tirón que tienen sus novelas tanto en su propio país como en el resto de Europa. Habla de la crisis, habla de la sociedad, y critica a Alemania, con lo cual tiene muchas ventas aseguradas.

Pero, ¡cuidado!, que hace un examen de conciencia griego que no habrá sentado nada bien ni a sindicalistas, ni a empresarios, ni a luchadores contra la dictadura, banqueros o, por supuesto, políticos. Unos colectivos que se han granjeado las amistades de la población civil a lo largo y ancho de la Unión Europea.

Jaritos, el comisario de Márkaris, se dedica a hacer su trabajo, es tan profesional como le dicta su conciencia, a pesar de las reducciones de salario, a pesar de que familiares y algún amigo se reúnen a cenar en el comedor materno para ahorrar gastos, a pesar de aparcar su Seat en favor del autobús, más barato. Él hace su trabajo, en este caso, resolver varios crímenes. Es profesional en medio de la crisis.

Petros Márkaris tiene el don de no ser como los escritores estadounidenses o nórdicos de novelas policiacas: presenta los asesinatos, por más crueles que sean, como parte de lo cotidiano, no se ceba en esos detalles escabrosos que hacen las delicias de algunos y obligan a pasar las páginas a toda velocidad a otros.

¿De qué trata Pan, Educación y Libertad?

En pocas palabras: de la resolución de un caso criminal por parte del comisario Jaritos.

En unas cuantas palabras más: es un retrato sociológico de la ciudad de Atenas y, por extensión, de la Grecia actual. Aunque bien se guarda Márkaris de recordar que Atenas no es el resto de Grecia, ni Grecia es el resto de Europa. Pero son tantos los paralelismos, las situaciones conocidas y reconocibles que, alterando un poco los nombres de los protagonistas, la novela griega se convierte en novela de provincias. ¿Temas universales? Sólo tienes que leerla y saldrás de dudas.

Ni qué decir tiene que se lee de un tirón, casi en pocas horas, una característica que suele enloquecer a algunos autores (“¿lo que yo tardo en escribir meses, o incluso un año, lo lees tú en un día, *****?” -Insulto censurado-). Pero los lectores lo suelen ver como una característica positiva de no poder abandonar un libro, está tan bien escrito que deseo terminarlo lo antes posible, y otras obviedades por el estilo.

Como he dicho, Pan Educación y Libertad no es el mejor de los libros de Márkaris. Un autor de 76 años que adora España y suele demostrarlo en sus textos y visitas. No el mejor en el sentido literario pero sí en el de la oportunidad positiva, como analista preciso del momento que nos toca vivir.

Entre los títulos de Márkaris, tienes los siguientes que recomiendo con pasión: Defensa Cerrada, Liquidación Final, Con el Agua el Cuello, Muerte en Estambul, El Accionista Mayoritario o Noticias de la Noche. Algunos de ellos los puedes encontrar en la Biblioteca Pública del Estado de Albacete. Con cualquiera de ellos pasarás una semana de lo más agradable (si eres tranquilo leyendo, como yo), o un par de días de deleite (si eres de los rápidos).

Quizás sueñes con que los churros del 1º de enero de 2014 podrías pagarlos con esas viejas monedas que todos tenemos escondidas de las garras del Banco de España.

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