Francisco Segovia Solana, que fue alcalde de Villarrobledo entre 1991 y 2001, falleció en la madruga del viernes en el Hospital General de su localidad.
El Ayuntamiento de Villarrobledo instaló la capilla ardiente en el salón de plenos y fueron cientos de vecinos los que pasaron para decirle el último adiós. Las puertas permanecieron abiertas a la ciudadanía hasta las 19.00 horas que fue trasladado para ser incinerado, sin exequias religiosas.
Durante todo el viernes las banderas ondearon a media asta «como testimonio del dolor de la ciudad de Villarrobledo por el fallecimiento del que fue su alcalde», dentro del luto oficial hasta la medianoche de este viernes, decretado por el Ayuntamiento de Villarrobledo.
Francisco Segovia tenía 69 años, tres hijos y cuatro nietos. Su trayectoria política la inició como concejal del Ayuntamiento de Villarrobledo en 1979, desde entonces se convirtió en diputado provincial, diputado nacional por la provincia de Albacete (durante dos legislaturas), y presidente de la Diputación de Albacete.
También fue vicepresidente de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha y presidente de la Comisión de Agricultura de esta Federación, y miembro del Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha, en el grupo de expertos.
Ingresó en el PSOE en 1976 y ha sido presidente de la Agrupación Local Socialista de Villarrobledo. Los cargos de alcalde de Villarrobledo y el de presidente de la Diputación los abandonó en abril de 2001. Pero nunca dejó de militar en el Partido Socialista. Toda su vida defendió el sistema sanitario público hasta el final y, por supuesto, el sistema educativo público en el que ejerció hasta su jubilación.
Licenciado en Filosofía y Letras, en las ramas de Lingüística y Literatura Hispánica, y Diplomado en Psicología Clínica por la Universidad Complutense, fue profesor agregado de Lengua y Literatura.
Paco Segovia, como lo conocían sus vecinos, era una persona muy admirada y querida a pesar de llevar años alejado de la política activa.