En Castilla-La Mancha el 17 % de la población es discapacitada, seis de cada diez son mujeres. El 50 % no llega a las ayudas y les perjudica en su día a día, ¡en su día a día!, no en irse de vacaciones.
Dinero, dinero, números, números.
Parece una tontería pero cuando preguntas a las asociaciones de discapacitados de la provincia es el primer tema recurrente. A veces incluso aparece en los medios de comunicación cuando sus trabajadores (discapacitados y no discapacitados) sobreviven meses y meses sin salario por culpa de las ayudas regionales no ingresadas o ni siquiera convocadas.
Algunas personas afirman que estamos en números de los años 80 o 90. Una región atrasada treinta años a nivel asistencial, confiamos en que sólo sean palabras.
Pero claro, lo dicen con la boca pequeña, conscientes de que alzar la voz puede convertir las ayudas en papel mojado, promesas que no llegan, nada.
Una persona con discapacidad puedo ser yo, puedes ser tú.
Si voy con bastón blanco por la calle Ancha, me identificas, si camino con mi silla de ruedas por el Altozano, te preguntarás cómo subiré a ver la fuente o si podré entrar en la Filmoteca. Si tengo síndrome de Down, me sonreirás con cara boba.
En Auxilia, una asociación desaparecida de nuestra capital, se enorgullecían años atrás al escuchar en foros de discapacidad, que Albacete era la ciudad más adaptada de España. Hoy, las personas con discapacidad hablan de supervivencia, del imposible acceso a ayudas necesarias, ¡no para irse de vacaciones, no! Algunas asociaciones hablan de desaparición.
Un discapacitado no quiere que le digan que es especial, no quiere ese trato discriminatorio pero tampoco quiere lo contrario. Cuando le preguntas cómo lleva la crisis, te contesta: “Igual que todo el mundo. Pero, además, limitaciones en el ocio, en el deporte, en la sanidad, en la educación”. En concreto, eliminación de apoyos escolares, módulos de formación profesional, entre otros.
Existen asociaciones y entidades que quisieran reivindicar con fuerza pero temen una llamada de Toledo donde les indiquen que mejor no hablar porque las ayudas podrían desaparecer. Además, el argumento es sencillo: cuando las cosas están mal, ¿a quién le preocuparía que dejaran sin ayudas a los discapacitados? Total, sólo son dos de cada diez manchegos.
Ellos, y sus familias, porque esta cifra no se contabiliza.
Sí, según nos han contado, volvemos a los años 90, es posible que a los 80.
Tres de diciembre de 2013, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El lema de este año es Romper las barreras, abrir las puertas: por una sociedad más inclusiva para todos.
Problemas laborales, problemas económicos, problemas sanitarios, ¿los reconoces?
Entonces, ¿qué se puede celebrar en un día como este, en un año como este?
Las personas con discapacidad, como cualquier otra persona, celebran el día a día. Celebramos todo, la lucha diaria sin importar las limitaciones exteriores.
Celebramos nuestra capacidad para hacerlo, para entender las propias limitaciones, para comprender quién nos ayuda y quién no: capacidad para salir adelante.
- La nueva Ley de Discapacidad publicada en el BOE
http://www.boe.es/boe/dias/