«Por sus obras los conoceréis». El consejero de Educación, Marcial Marín ha elegido, como padre, un colegio privado y religioso del centro de Albacete y, como consejero del Gobierno de Castilla-La Mancha, se ha dirigido al centro y lo ha felicitado por su «buena obra». Mientras, desmantela los centros públicos de educación de Castilla-La Mancha. Sin recursos, sin calefacción y sin futuro.
ESCRITO DE LA FEDERACIÓN DE ENSEÑANZA DE UGT A MARCIAL MARÍN
«Es un programa que sólo tiene en cuenta las áreas de Lengua Castellana y/o
Matemáticas, olvida las demás áreas, entre ellas el área de Inglés -justo ahora que
la consejería quiere que todos los centros sean bilingües-.
Tampoco podrán asistir aquellos alumnos de 6º, de 4º, e incluso de 2º que tengan problemas de conducta, es decir, queremos alumnos que hayan suspendido en lengua, en la primera evaluación y sean «buenos», ¿no? A ser posible que el suspenso sea alto ¡Qué
guay! Así podrán afirmar después que el programa ha conseguido mejorar los
índices de fracaso escolar.
No, señor consejero, no. Todos los alumnos deben tener la oportunidad de acceder al programa que FETE-UGT, ya se lo hemos dicho por activa y por pasiva, rechaza en los términos actuales. Todos los alumnos, y principalmente los que más dificultades tienen por el número de asignaturas
suspensas o, por sus problemas de conductas o por ambas, deben ser los principales usuarios de un programa que debía ser realmente compensador.
Este programa vuelve a incidir en seguir rompiendo la equidad, en fomentar la
desigualdad, ya que determinados alumnos, unos por problemas de conducta y/o
pedagógicos y otros por su lugar de residencia –las zonas rurales
fundamentalmente- están ya estigmatizados y condenados a ser carne de cañón, y
estamos hablando de alumnos de 7 a 11 años, que quedarán segregados y
señalados para formar parte de las listas del fracaso escolar.
FETE-UGT rechaza este programa y sigue pidiendo que se dote a los centros del
personal necesario para que todos los alumnos puedan ser atendidos correctamente
por los docentes que van a compartir su evolución en todas las áreas. Docentes que
deben formar parte de un claustro encargado de la Educación, con mayúsculas, de
todos los alumnos, ¡de todos! Incluso de aquellos que su Consejería da ya por
fracasados y a los que les niega la última oportunidad de incorporarlos al sistema
educativo.
No contrate profesorado barato con un tercio de jornada por la tarde y apueste por
concentrar los esfuerzos, dotando a los centros del personal necesario para que se
pueda ayudar a todos los alumnos que lo necesiten».