El último partido en casa del CBV Villarrobledo no obtuvo el resultado que todos querían y el equipo dejó escapar la victoria en lo que fue la despedida de su afición. Quizás fue la relajación y confianza de mantener la categoría, a lo mejor fue la resaca Viñarock que se respiraba en el ambiente.
Pero un equipo como Tudespensa.com CBV Villarrobledo sabe reponerse a cualquier circunstancia y resulta un equipo sorprendente. Lo ha hecho durante toda la campaña.
2013/14 ha sido una temporada donde muchos aficionados contaban las semanas con cuentagotas, contaban las victorias con los dedos cruzados, sin darse cuenta de que estaban forjando la leyenda de quienes disfrutan con lo que hacen y han entrado en la historia del deporte local y provincial.
Las semanas pasaron, las jornadas fueron cayendo y el club pagó todas las novatadas habidas y por haber, incluso a nivel administrativo, cuando la federación se cebaba con ellos.
Pero la temporada ha caído de lado del CBV y esta semana ha sido la última. Una semana casi de transición donde el club renovó a su entrenador, Boris Balibrea y donde se hizo patente que el capitán del club, Carlos Fernández, dejaría el equipo después de muchos años dedicado al deporte que le ha visto recorrer media provincia y hacer amigos por media España.
Fieles al CBV, un autobús lleno de troyanos se desplazó hasta Móstoles para ver a su equipo ganar 66-75, para despedir al equipo aunque fuera en cancha ajena y para despedir con lágrimas en los ojos al tipo de la voz profunda y la muñeca ligera. El mismo que ha recorrido Murcia-Villarrobledo vía Bla Bla Car las veces que ha sido necesario. Todo por pasión a un deporte, un club y un pueblo.
Sin esperar nada a cambio.
Aunque, quien no espera nada a cambio, se encuentra con el homenaje de la gente más cercana, su afición, sus amigos de Hellín, Albacete, La Roda, Villarrobledo. Dicen de él que es, probablemente, el mejor jugador de baloncesto que ha habido en Villarrobledo.
En el partido del sábado los mejores del CBV en cuando a anotación fueron Albert (13), Agus (13) y Rober (19); aunque Plaza y David hicieron un buen trabajo defensivo y en rebote. Hicieron trabajo en equipo sin jugarse nada más que la honrilla del competidor.
Cada uno de ellos tenía en mente sus propias cosas, presente, pasado y futuro.
¿Qué depara la próxima temporada a Roberto Rueda, a quien no para de sonarle el teléfono para que vaya a jugar a otros equipos? Confiamos en que se quede en el CBV, pero sólo él puede y debe decidirlo.
¿Qué depara el futuro a David Jofresa? Un excelente competidor a punto de explotar como líder en la pista.
¿Qué hará Diop, recuperándose de una lesión, y a quien también llaman con insistencia de distintos equipos nacionales?
¿Cuánto tiempo más disfrutaremos en las pistas del incombustible guerrillero Alfons Albert, un tipo que ha jugado en la selección española, en Joventut, o en Pamesa Valencia? Un tipo que da una tremenda solidez en la cancha y no para de enseñar a los más jóvenes.
En Villarrobledo tienen muchas preguntas y cuestiones por solventar. La ventaja de esta temporada es que pueden empezar a resolverlas desde hoy mismo. Solucionado ya el tema entrenador con un tipo tan solvente, serio y comprometido con la cantera como Boris Balibrea, queda amarrar a otros cuantos, queda convencer a los empresarios de Villarrobledo de que invertir en baloncesto es invertir en ellos mismos.
Queda cruzar los dedos para que, al hacer nuevos fichajes, no aparezca ningún jugador «rana» o despistado.
Queda disfrutar del trabajo bien hecho y no cruzarse de brazos porque el verano pasa tan rápido como ha pasado la temporada, una temporada que se nos ha hecho corta a todos y cada uno de los seguidores del Tudespensa.com CBV Villarrobledo.