Puede que no te hayas dado cuenta pero los grupos poderosos no quieren que vayas a votar. En estos momentos, el Partido Popular ha conseguido mantener al principal partido de la oposición hibernando. Nunca lo ha tenido tan fácil para arrasar con todo. Lo lleva haciendo unos cuantos años sin más muro de contención que la voz de las personas, de algunas personas a las que no escucha y, si puede, las persigue y las silencia.
Por su parte, el Partido Socialista, cuando estaba en el poder, ya aseguraba sin rubor que con la crisis era muy difícil convencer a los ciudadanos para que les siguieran votando; pero ahora siguen incapaces de convencer a nadie desde la oposición, sobre todo porque continúan alejados de la sociedad que está deseando que le den motivos para votarles, en lugar de aparentar que están esperando su turno. Puede que no todos los componentes del partido, pero sí muchos de sus rostros más visibles.
Son muchas las personas que sacan la conclusión de que hay cuatro de siempre, siguen bien pagados, pase lo que pase, gane quien gane y tú ¿qué puedes hacer?
Ellos ganan, mucho, ¡cuánto! Mientras tú te agotas, te entumeces y piensas, ¡qué más da!
El PP trabaja muy bien la propaganda del boca a boca. Recurriendo al marketing clásico para que se difunda entre los suyos la idea de que “todos son iguales”. Probablemente, hayas oído a algún votante de derechas, que sin querer te susurran, “¡pasa de política!”.
Conclusión: te quedas en casa desilusionado, entumecido, agotado, hastiado con todo. El sibilino no falla: él vota al PP. Ellos ganan. ¿Cuatro, ocho, doce años?
Puede que seas de quienes prefiere no votar porque tienes convicciones serias, objetivas y bien pensadas. Yo solo te sugiero que vayas a votar. Más que nada porque no quieren que lo hagas y ese puede ser suficiente motivo.
Ellos quieren que te abstengas porque saben que los suyos no les van a fallar, es el chollo seguro. Porque hay muchos, muchos profesionales del chollo seguro, los que alimentan la teoría del voto basura, o del miedo, entre otros.
La estrategia les está saliendo perfecta. Mientras, desmantelan la Sanidad y la Educación pública en la región que hasta hace 30 años solo se conocía por ser tierra de paso. Nos conocían por las fincas de caza, por carreteras por las cuales el vino en cisternas huía al norte, donde sí sabían venderlo en cristal.
Estás en tu derecho de quedarte en casa, incluso irte de fin de semana a la playa. Nadie te va a decir nada nadie te va a pedir explicaciones. Pero luego no debemos sorprenderlos si los poderosos nos devuelven a la Castilla-La Mancha de “La Escopeta Nacional” y “Los Santos Inocentes”.
Puede que te cueste votar al principal partido de la oposición. Puede que estén haciendo méritos más que suficientes para condenarlos al ostracismo. Puede que la reforma de la ley electoral impuesta por Cospedal en Castilla-La Mancha se lo ponga muy difícil a las personas que quieren votar izquierdas. Pero solo se necesita que votes para echarla, a ella y a todos los que vinieron a salvarnos y nos están dejando sin nada.
El día de las elecciones, según un albaceteño ilustre, “el voto del pastor vale lo mismo que el voto del doctor”.
Y es que la igualdad molesta, se predica pero molesta.
Pero no confundamos, olvida los cheques en blanco, sea a quien sea. Si fuera al PSOE (único que aspira a desplazar a los que gobiernan en Castilla-La Mancha) debemos seleccionar a personas que sean capaces de devolvernos la dignidad y, sobre todo, que quieran gobernar esta tierra con más vocación que ambición; con más profesionalidad que herencia, con más rigor que temor, con más coherencia que oportunismo.
Si no vas a votar, no castigas a los gerifaltes del PSOE. Ni mucho menos al Partido Popular. Si te quedas en casa, ellos ganan. (“Ellos”: los de arriba, los patronos de los principales partidos políticos y de las grandes empresas).
No te dejes engañar por discursos manipulados, masivos y electoralistas. Toma la decisión por ti mismo. Echa un vistazo a tu entorno cercano, echa un vistazo a las personas que salen en los carteles electorales, ¿les darás la confianza? Sé que eres capaz de diferenciar, sé que eres capaz de esforzarte día a día, sé que eres coherente y te sustentas en el trabajo bien hecho y la ética personal.