A Dios rogando y, ¡con el mazo dando!
Estas son las palabras con las que la presidenta de Castilla-La Mancha, Mª Dolores de Cospedal comienza una carta abierta para las mujeres de los pueblos con las que tiene muy poco en común:
«Como cada año, celebramos en este 15 de octubre el Día Mundial de la Mujer Rural, una fecha que si bien, este año adquiere una relevancia especial, al coincidir con la apertura del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, que es quien marca esta celebración».
«La Santa fundadora, reformadora y emprendedora, constituye un referente fundamental para todas las mujeres del entorno rural a quienes hoy dedico estas palabras». (…)
La presidenta ha dejado muy claro cómo son los referentes que quiere para las mujeres castellano-manchegas a las que, por cierto, ha demostrado poco afecto. Imponiéndoles un modelo de mujer tradicional y conservador que le garantice seguir en el poder.
Acompañada del poder eclesiástico ha querido celebrar este día la presidenta que se disfraza de «Montepicaza» para venir a la región y hacerse «de campo» -ya que el que su familia posea varias hectáreas en fincas en Albacete- no le garantiza ser rural. Será por eso que prefiere el Barrio de Salamanca en Madrid y se toma lo de presidir Castilla-La Mancha como una funcionaria más que viene en el AVE y se sube al coche oficial.
DESPRECIA A LAS MUJERES PROGRESISTAS DEL CAMPO
Ni Cospedal, ni ningún miembro del equipo del Gobierno de Castilla-La Mancha quiso participar el acto más importante celebrado en para conmemorar el Día de la Mujer Rural que organizó la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR).
Sin embargo, las ausencias no empañaron un acto en el que se reunieron más de 600 mujeres provenientes de toda España. La presidenta regional de Fademur, Elisa Fernández, comenzaba su alocución en la apertura del acto inaugural con un especial recuerdo a la enfermera contagiada con el virus del ébola Teresa Romero. «Todos somos Teresa, y desde Fademur esperamos su pronta recuperación», ha indicado.
Fernández ha aseverado en su intervención que las mujeres rurales «no van a volver a llorar en silencio viendo que sus hijos tienen que irse fuera a buscar oportunidades», del mismo modo que «no se van a callar cuando cierren un colegio rural y digan que los niños tienen que hacer 30 kilómetros al día y que así se socializan».
La presidenta de Fademur ha manifestado además que en Castilla-La Mancha «a muchas mujeres se les han quitado los panes y los peces», y cuando les dicen que han vivido por encima de sus posibilidades «sacan las garras».