Muchas personas consideran que en un partido de baloncesto, con ver el último cuarto es suficiente, porque es donde se solucionan las cosas.
No es cierto, los buenos aficionados lo saben de sobra. Porque en un partido pasan tantas cosas como uno quiera ver. Pero en el partido que enfrentó a Albacete Basket contra Quintanar el domingo algunos se quedaron con la sensación de que solo se jugaron diez minutillos al final.
En un día estupendo para irse a la Pulgosa, la afición albaceteña sufría lo indecible y se quedaba congelada ante el juego de Basket Globalcaja Quintanar pero, sobre todo, a la falta de ideas del Albacete.
Tiros errados, rebotes tontos que se escapaban, un coladero en defensa y un ataque demasiado previsible. Las gradas se enfadaban y los nervios se cebaban con los aficionados tanto como con los jugadores.
Apenas faltaban diez minutos para el final del encuentro y Albacete perdía por diez puntos. Otro rebote que casi se escapa y Diego Fox, una vez más, lo agarró casi con las uñas. Un rebote que se convirtió en un buen ataque y luego en un mate de Gray que levantó por momentos a los aficionados. Apenas ocho puntos, pero el cronómetro corre siempre en contra de quien pierde.
La afición comenzó a levantarse de los asientos, a golpear tambores y silbar los ataques de Quintanar, palmas, gritos, tensión. Otro robo, otra buena defensa. Más tambores, más canciones, más gritos ante los ataques conquenses. Y la tensión cambió de bando.
Como quien no quiere la cosa, parcial de 22-0 a Quintanar. Como quien no quiere la cosa se les fue el partido.
Al Quintanar le sobraron ocho minutos.
Al Albacete Basket le sobraron ocho minutos.
Un parcial de 22-0 que cerró el partido a escasos dos minutos del final, a pesar de que Quintanar no bajó los brazos en ningún momento, demostrando la calidad deportiva y competitiva que atesoran.
Atrás quedaba el homenaje a Diego Fox por parte de la Peña Personal Intencionada, en adelante Peña Diego Fox.
Atrás quedaba un Albacete Basket con apenas ocho jugadores por tontas razones administrativas y físicas.
Atrás quedaba un partidazo de dos equipos que tienen muchas cartas para estar en lo alto de la clasificación del grupo B de la liga EBA.
Atrás quedaban las dobles figuras de Slawson (21 puntos y 12 rebotes), los 16 puntos de Fox o los 10 rebotes de Mario.
El equipo y la afición se fueron a comer y celebrarlo, cada uno a su manera. Los más optimistas pensando en los playoff de mayo, los más realistas pensando en el próximo partido en las islas Canarias, el viaje, los traslados e incluso las tormentas que han caído esta semana en tierras Guanches.
Pero el domingo era día de celebrar la tensión, el trabajo y el equipo.
Fotos cortesía de Fito Díaz.