Crisis es renovación y ha llegado el momento de la prensa independiente. Porque un pueblo instruido, unos ciudadanos que leen y que se informan son menos manipulables y son más difíciles de gobernar, también en Albacete.
El mismísimo Pedro J. Ramírez (a punto de iniciar su nuevo proyecto periodístico en España) ha publicado «los gobiernos y sus aliados económicos son capaces de controlar a los medios tradicionales, abusando del derrumbe de su modelo de negocio. Pero asisten impotentes al desarrollo de un nuevo ágora electrónico, al que cada vez concurren más y mejores proyectos editoriales». Y es aquí donde se incluye ‘Albacete Cuenta’, un nuevo medio de comunicación incontrolable, especialmente dirigido a los ciudadanos de nuestra provincia y que cada día cuenta con más seguidores.
He de decir que este equipo de periodistas ha superado todas sus expectativas, que llevamos un año y medio aumentando visitas cada día a nuestra web y también a nuestros canales en las redes sociales: Facebook y Twitter. El futuro lo escribiremos juntos pero lo que tenemos claro es que seguiremos haciendo Periodismo, a través de este canal o de otros mucho más modernos que surjan, no pararemos. Aprenderemos a trasladar nuestros mensajes con los nuevos códigos que imponga la tecnología que está garantizando la democracia y la necesidad de saber de los ciudadanos.
La modernidad no nos impide mirar y leer a los periodistas con una dilatada experiencia a los que admiramos. Aquí os dejamos algunos aspectos básicos reseñables.
El maestro de periodistas, Ramón Lobo: «La única protección es la suerte, la prudencia y la experiencia»
«El poder miente siempre. Si perdemos la credibilidad como periodistas, ¿cómo nos van a seguir los ciudadanos? Los periodistas tenemos que ser los fiscales de la ciudadanía y perseguir la corrupción».
«En ocasiones, los periodistas no somos conscientes los instrumentos que tenemos para forzar al poder. Si vas a la Diputación y te saludan con la mano, algo estás haciendo mal. Si dicen, «mira ahí va ese cabrón/a», es que algo estás haciendo bien».
«No hay dos bandos, está la gente que hacer sufrir y la gente que sufre. Las víctimas son los que sufren. Y los periodistas no pueden ni deben ser objetivos porque son seres humanos, son subjetivos y tienen sentimientos. Tienen que ser honestos».