Honestamente no sé por qué no hay mujeres en el Gobierno Tsipras pero si está realemente convencido de su elección, le agradezco que no haya cambiado de idea solo para presumir y aparentar algo que, en definitiva, no existe: igualdad entre hombres y mujeres.
En política además, en un ambiente tradicionalmente dominado por los hombres en países como Grecia, Italia y España, ésto no habría resuelto nada, ni siquiera la duda sobre el presunto machismo de Tsipras. Berlusconi, por ejemplo, es uno de los personajes políticos más machistas de la historia y, sin embargo, sí eligió ministras, ¿y qué? No os cuento de doñnde sacó Berlusconi a la ministra Mara Carfagna pero os lo aseguro… no es una historia feminista.
Este es un tema para mí bastante delicado, ya que soy italiana y desde hace bastante tiempo se debate sobre el tema de las “cuotas rosas” para garantizar un número reservado a las mujeres en las listas electorales de los partidos y en los consejos de administración. A mí, ésto siempre me pareció un auténtico disparate. En lugar de remarcar la igualdad entre los sexos, ¿vamos a subrayar la desigualdad? Que una mujer sea elegida por su concidición de «mujer» y no por sus propias capacidades, ¿qué es si no sexismo?
De hecho, si lo pensamos, es la manera tradicional que utiliza la vieja política para enfrentarse a un problema. Como vivimos en una sociedad machista que no podemos cambiar, garantizamos a la especie a proteger, en este caso la mujer, unos sillones bien vistosos de cara a a la galería para salvar las aparencias.
Pues yo no quiero que les garantizen nada a unas pocas elegidas. Solo quiero que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres para alcanzar nuestros objetivos.
Soy mujer y no me ha fallado, ¡por ésto no!
Muchas personas en toda Europa, jóvenes de edad o de alma pero jóvenes, de todas formas, empezaron a soñar hace una semana, después de las Elecciones en Grecia. Empezaron a soñar con una sociedad y un sistema diferente, o sea con algo que los viejos en los últimos meses se han acostumbrado a llamar «demagogia», «populismo», etc.
¿Y quiénes son estos viejos? Estos viejos no tienen una edad precisa, pueden tener 40, 80 o incluso 20 años. Tampoco pertenecen a un partido determinado (aunque casi siempre han votado bipartidismo). Los encontramos tanto a la derecha, como a izquierda y los une una filosofía de base: quizás sí es verdad que vivimos en un mundo feo pero ésto es lo que hay y tenemos que sobrevivir según sus reglas.
La filosofía de los jóvenes, sin embargo, dice: ya que no estamos hablando de la fuerza de la gravedad, o sea algo con que tenemos que convivir, y ya que nosotros hemos creado este sistema; entonces nosotros también podemos tratar de cambiarlo pues ha quedado demostrado que no funciona.
Yo también estuve a punto de ‘envejecer’ pero entonces ganó Syriza
No se sabe quien tendrá razón. Puede que las esperanzas puestas en Tsipras acaben justo allí, donde acabaron las que muchos habían puesto en Obama pero ésto no es un problema, los soñadores están acostumbrados a despertarse repentinamente.
Yo, lo confieso, estuve a punto de envejecer. Perdí durante algún tiempo el interés en la política y empecé a sobrevivir en un mundo que no me gustaba demasiado. Pero en los últimos meses un aire nuevo me ha ilusionado y he descubierto que todavía no es el momento de rendirme. Justo porque estaba a punto de convertirme en una de ellos.
Que conste que los viejos no me molestan para nada, yo los entiendo. Siempre han visto las cosas hechas de una manera y simplemente creen que no hay otra. Pero lo que me molesta muchísimo es ver como algunos de ellos tratan de instrumentalizar temas importantes solo para destruir los sueños de los jóvenes. En esta ocasión le ha tocado a Tsipras y a su gobierno sin mujeres. La excusa perfecta para arremeter contra lo nuevo.
Últimamente, he leído a muchísimos viejos hablando sobre el tema y lo mejor ha sido ésto, “¿y casualmente los doce mejores son hombres?” (pregunta formulada por un hombre, por cierto). Pues no, ¡no es casualidad! Pero tu desconcierto me sugiere que no habías oído nada antes sobre el machismo en Grecia hasta ahora y es curioso.
Si tienes tiempo y te interesa el tema, fíjate también en que cobramos menos que los hombres, en el vergonzoso número de las víctimas de violencia de género, en que no hay presentadoras y periodistas televisivas feas y en Shakira y Rihanna que tienen un orgasmo en casi todos sus videoclips. Luego si te apasionas, te ruego que te fijes en lo que pasa en nuestras casas, en las oficinas y en las escuelas. Sí, justo a tu alrededor. Reflexiona y luego repite la pregunta, ¿y casualmente los doce mejores son hombres?