Los candidatos de los partidos políticos con aspiraciones se están reuniendo con todos los colectivos que pueden, de manera más o menos pública, haciendo extenderse su semilla y procurando generar un nuevo tipo de política más de calle, de café y de barrio (porque llenar el Palacio de Congresos solo lo hace Raphael a 40 euros).
Modesto Belinchón, el candidato del PSOE a la Alcaldía de Albacete se echó un café con los periodistas de Albacete, y lejos de pensar que habría cuatro gatos, no, no, según las fotos se juntaron unos cuanticos y aunque no se trataran temas que solucionarán el futuro de Albacete, siempre se puede disponer de una idea de lo que sucede en la ciudad a través de los ojos de un candidato que se está pateando el pueblo.
Y a los ojos de los plumillas, pues aunque no puedan contar las cosas como quisieran, conocen a candidatos, partidos, y hacen comentarios de lo más sarcástico al respecto de programas, campañas o comunicados de prensa «copia-pegados».
La campaña no ha empezado aún, no hay listas oficiales cerradas en el PSOE, cosa que sucederá el próximo 21, sábado, donde las diferentes familias socialistas cerrarán el listado de nombres que Belinchón no quiso adelantar por prudencia. Empresarios, deportistas, sindicalistas, socialistas de base, socialistas de nombre y alguno que otro que pasaba por allí. Belinchón con prudencia espera al 21 (solo desvelado el fichaje de Catali).
No hizo declaraciones altisonantes, no ofreció titulares y no estiró el cuello más de lo necesario aunque sabe muchas cosas, como que tiene que hacer el doble de trabajo que Javier Cuenca (el candidato del PP) para llegar a los mismos sitios. Aunque él alude a la ética de cada cual a la hora de organizar su tiempo de campaña o aprovechar el cargo para llegar a más sitios en menos tiempo.
En este sentido, según explicó, le resulta curioso que vengan representantes del Gobierno de María Dolores de Cospedal a criticar a los candidatos municipales como él, que hablen de su curriculum o del trabajo que ha desarrollado. Situaciones como ésta podrían condicionar la campaña aunque no lo parece porque ni Modesto Belinchón ni Javier Cuenca están por la labor de enturbiarla; otra cosa es a nivel regional, como así ha dicho Belinchón al respecto del tono beligerante de Cospedal y los miembros de su Gobierno.
El candidato socialista tampoco es amigo de las promesas pero sí afirma que buscará la participación, aboga por las consultas populares en aquellas cuestiones de interés para toda la ciudadanía y no dudará en recurrir a ellas si ha lugar.
Su intención, así como la de su partido, es que haya un gobierno de izquierdas. Es consciente de que no habrá mayoría absoluta a priori y su tono es dialogante: abierto a negociar medidas pero no a coaliciones, «aspiramos a una mayoría suficiente», ha afirmado con rotundidad. Algo que puede hacer el Ayuntamiento de Albacete mucho más interesante.
Sin duda, interesante va a ser la campaña, interesante se va a poner el Ayuntamiento con partidos novatos y concejales más novatos todavía.