El colegio se llama Julián Besteiro y está al lado de la Iglesia, con cruz Trinitaria incluída. Pero ni el colegio es colegio ya, ni se le conoce por ese nombre. De hecho, junto al Cristóbal Valera de Albacete, son los dos únicos colegios supervivientes de la II Republica. Pero no seré yo quien remueva, no sea la tentación y aparezcan los del Ministerio del Tiempo y la liemos.
En esa misma plaza de la Virgen de los Remedios se encuentran colegio e Iglesia, un rinconcico de lo más tímido y recogido que esconde maravillas mil. Historias mil y media.
Gracias al esfuerzo colectivo y al buen hacer del Consistorio este fin de semana, el día 22 a partir de las 11 de la mañana, se celebrará la remodelación de la plaza con varios actos y algarabía en general.
Hasta donde sé, cuando uno va a Fuensanta no se vuelve con el estómago vacío, cosa que depende de cada cual. Pero resulta una buena excusa para acercarte a este pequeño pueblo de la Mancha manchega donde puedes encontrar sin apenas caminar, sin esfuerzo y con regocijo varias cosas:
- El Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, monumento histórico-artístico nacional situado en la plaza de la que hablamos. En su recinto esconde otra maravilla que no deberías pasar por alto: un claustro que data del año 1655 y que terminó de construirse allá por la segunda mitad del siglo XVIII.
- La Capilla de la Fuente restaurada por los frailes trinitarios, del siglo XVIII.
- Un arco Árabe construido en el siglo XII, a base de piedra viva plana y mortero de arena y cal.
Este fin de semana tienes una excusa para acercarte a Fuensanta y comprobar si lo que digo es cierto o solo charlatanería. Lo mismo delante de la Villa Manolita ves la Mancha con otros aires o el inicio de la primavera se te antoja más apetecible.