Desde Albacete Cuenta os propongo un juego en este día tan bonito, sábado sabadero: el día del Síndrome de Down. Sí, se conmemora o celebra cada 21 de marzo, ya sabes, cuando empieza la primavera.
El juego es Escribe una redacción sobre una persona con síndrome que conozcas (o no conozcas).
Hasta aquí es sencillo, conoces a muchas personas.
Ahora las condiciones:
- Prohibido escribir la palabra especial.
- Prohibido escribir la palabra diferente.
- Prohibido escribir la palabra sensibles.
- Prohibido escribir la palabra niños.
La primera vez que vi a una persona con discapacidad lloraba como un bebé. Él no, yo.
Era mi abuelo. Un tipo gigante con un pie torcido, que contaba aventuras reales e inventadas con la fluidez de las mentes despejadas y labia comercial.
Fue capaz de animarme a soñar y reír incluso en las situaciones más complicadas.
No tenía síndrome de Down, solo era discapacitado. Síndrome tiene mi sobrino Hugo, un preadolescente que pone a prueba tu paciencia y tu risa: estar con él y no reírte en menos de cinco, cuatro, tres, dos, uno. Imposible. Come como una lima, como un preadolescente, juega a baloncesto, nada, canta, baila y es más redicho que la vieja del Visillo.
¿Sabías que según el Centro de Investigaciones Sociológicas, cerca del 50 % de personas se siente incómoda al lado de una persona con discapacidad?
Vale, ¿cuántas palabras llevas?
¿Eres tú de esos que te sientes raro, incómodo, o que no ve más remedio que utilizar esas palabras malditas: especial, diferente, sensible, niño (aunque tenga cuarenta años)?
Cuando leo que los investigadores del CIS preguntan si las personas se sienten incómodas junto a una persona con discapacidad, me pregunto qué sucedería si en vez de esa insensatez hubieran escrito: “Fontaneros, médicos, jueces, picapedreros, carniceros”.
Un 40 %, casi la mitad de la gente, se siente incómoda.
La siguiente pregunta debería de ser ¿por qué? ¿Porque cojean, les falta una mano, un pie, un sentido, se mueven más despacio, ven peor, oyen peor?
Seguimos teniendo prejuicios, muchos. Aunque solemos achacarlos a los demás. Nos caen bien los de Asprona, Amiab, Cocemfe, etcétera. Pero cada uno en su lugar.
Esos niños especiales, alegres, diferentes y sensibles, sí. Hoy se conmemora o celebra ese día y aunque odio los días D, tengo que insistir una y mil veces: Toma conciencia. ¿O tú eres uno de esos que se sentiría incómodo al lado de mi abuelo o mi sobrino?