Éramos un referente, hasta ahora

Jaque mate a la formación de enfermería especialista

  •   En los últimos dos años el Ministerio de Sanidad, con el beneplácito del Gobierno de Castilla-la Mancha, ha reducido la oferta formativa de Enfermería Interna Residente en un 86 por ciento en Albacete
  •  También se ha reducido considerablemente la formación de médicos especialistas
 

Cristina Torres

El Área Integrada de Albacete despedía este miércoles a su última promoción EIR (Enfermería Interna Residente). Diecisiete profesionales que durante los últimos dos años se han formado en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete como especialistas en obstetricia y ginecología, enfermería pediátrica, salud mental, geriatría o enfermería familiar y comunitaria.

Ahora inicia su auténtica lucha. Después de los estudios universitarios, la preparación para el examen EIR y dos años de formación, la mayoría de estos profesionales se verán abocados a engrosar las listas del paro y pelearán este verano por un contrato (si es que llega) que les permita cumplir el sueño para el que se han preparado durante años: trabajar en la sanidad. Está claro que difícilmente lo van a conseguir en Albacete o en Castilla-La Mancha donde la oferta pública de empleo, estancada desde hace años, no cumple con los mínimos necesarios y los contratos para cubrir bajas o por aumento de la presión asistencial son cada vez menores.

Mientras esperan que ese momento llegue deberán dar las gracias por haber logrado finalizar su formación como especialistas. Pues han disfrutado de una oportunidad que otros no tendrán. Y es que la formación de especialistas de enfermería en Albacete vive sus horas más bajas.

Albacete tiene acreditadas por el Ministerio de Sanidad 37 plazas de seis especialidades. Sin embargo, para el curso 2014-2015 sólo se ofertaron cinco. El Ministerio, con el beneplácito del Gobierno regional, limita de esta forma la oferta formativa en Albacete de forma totalmente injustificada. Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma en la que más se ha reducido la oferta de plazas, con un descenso del 29,3 por ciento, frente al aumento del 0,5% a nivel nacional.

Durante años, la Unidad docente de Obstetricia y Ginecología de Albacete ha sido un referente a nivel nacional, puesto que fue una de las primeras en constituirse hace más de 20 años. Hoy en día tiene 15 plazas acreditadas y sólo 2 ofertadas. Las especialidades de salud mental, enfermería pediátrica y enfermería geriátrica cuentan con 5 acreditaciones y sólo 1 plaza ofertada, cada una, mientras que no se ha ofertado ninguna de las 6 plazas que tiene acreditada enfermería familiar y comunitaria ni la única acreditada de enfermería del trabajo.

Recortes y más recortes

Si en el conjunto de España aumenta la oferta de plazas, ¿por qué se reduce de forma tan drástica en Castilla-La Mancha?

Sólo hay una explicación posible: nuestra región ha sido durante estos cuatro años el laboratorio en el que el Gobierno central y regional han llevado a cabo los mayores recortes en servicios públicos con limitación de recursos, tanto humanos como materiales, no sólo en sanidad sino también en educación, servicios sociales, etc. Y todo, con el beneplácito del Servicio regional de Salud.

Ayer, el Área Integrada de Albacete destacaba “su compromiso con la docencia y la formación de grandes profesionales sanitarios para ofrecer una atención integral y personalizada a los pacientes”. A la vista de los datos, no está claro que ese compromiso sea sincero pues están consintiendo y siendo cómplices del desmoronamiento de la formación de especialistas residentes en Albacete, porque esta situación no afecta solamente a la enfermería sino que los recortes también llegaron a la formación MIR, PIR Y FIR (Medicina, Psicología y Farmacia) y muchos servicios han dejado de tener residentes disponiendo de plazas acreditadas.

Los residentes son fundamentales para un hospital que se considera universitario y que quiere “ofrecer una atención integral y personalizada a los pacientes”. Un hospital sin residentes es un hospital sin vida, sin futuro. ¿Lo vamos a permitir?

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