Bueno, algunos sí, porque es un Palacio, un precioso Palacio en mitad de la ciudad con unos despachos con buenos sillones y un potencial tremendo en lo urbanístico.
La Diputación «es el Ayuntamiento de ayuntamientos», pero no lo elegimos los ciudadanos y votantes sino que se hace un apaño: tantos concejales han salido en los ayuntamientos de la provincia, tantos diputados corresponden en la Diputación. No es cosa de votos, es cosa de concejales elegidos.
¿Sencillo? No y sí.
Para no liarnos diremos que depende de jurisdicciones, que son como trozos de tierra separados por una línea imaginaria y que, según nos cuentan, se reparte tal que así:
- Albacete, 14
- La Roda, 4
- Almansa, 3
- Hellín, 3
- Alcaraz, 1
No le des más vueltas, es lo que toca, de ahí que la Diputación sea un sitio tan interesante, como los viejos Palacios y caserones con recovecos, fantasmas y tesoros escondidos.
En principio, no hay que tener prisas innecesarias, en la Diputación veremos a 11 diputados del Partido Popular, otros 11 del PSOE y entrando con fuerza para desestabilizar o estabilizar un poco, Izquierda Unida, 2 diputados, y Ciudadanos, 1 diputado. La mayoría pasa por tener 13 personas del mismo lado. ¿PP con IU? Rarito, rarito. ¿PP con PSOE? Válgame. ¿PP con Ciudadanos? No llega. ¿PSOE con Ciudadanos? No llega. ¿PSOE con IU? ¡Bingo!
Aquí está el lío porque la Diputación pasará de ser del PP a ser de la coalición PSOE/IU, (es casi seguro), y muchos ayuntamientos verán como cambian las tornas porque no nos engañemos, además lo puedo asegurar porque lo he oído, «a esos, ni agua estos cuatro años», y que digan eso a un Ayuntamiento pequeño y sin recursos es jorobado, mucho, seas del PP o seas del PSOE. Cuando las puertas del Palacio no se abren, los ojos del pobre se llenan de lágrimas.
La mayoría pasa por las manos del PSOE y restará un poder tremendo al Partido Popular que sin la Junta y sin la Dipu, tendrá que modificar sus estrategias provinciales y de qué manera.
¡Es tiempo de pactos!
¡Es tiempo de líos!