Qué sabes de la economía griega, ¡es verano!

¡El Quijote me importa una Grecia!

A juzgar por las estadísticas que publicó hace unos días el Centro de Estudios Sociológicos, apenas el 21 % de las personas ha leído el Quijote y casi el 90 % desconoce cómo se llamaba de verdad.

Miguel Ventayol

En la España unitaria, tradicional y castiza, pero también en la «progre» y reformista; incluso en la España federal y republicana o en todas juntas al mismo tiempo, porque uno de pueblo no sabe ya ni donde vive, no ha leído El Quijote ni el tato.

Ni los profesores de Lengua y Literatura, ni los miles de opositores que se presentan a las oposisiones de Secundaria. A juzgar por las estadísticas que publicó hace unos días el Centro de Estudios Sociológicos (CIS), apenas el 21 % de las personas lo ha leído. Tampoco es para tanto, la verdad, si tenemos en cuenta que más del 72 % de estas mismas personas lee menos de cuatro libros al año, ¡cuatro! Pero no nos llevemos las manos a la estantería, porque el 34 % no lee un libro ni aunque sea de fotografías o de chicas/os en paños menores.

Pero vamos, carece de relevancia porque leer no reporta nada bueno; de hecho podría ser perjudicial para tu mente y tu bolsillo. Poco importa la lectura como poco importa Grecia.

Si no sabemos el nombre del buen Quijote (Alonso Quijano, lo he mirado en Google, igual que el 81 % de las personas, que desconocen como se llamaba «el famoso hidalgo»), ¡cómo íbamos a saber lo que pasa en Grecia! O su historia, su relación con los Estados Unidos de América y su importancia geoestratégica, el efecto de su economía en nuestra vida diaria o cuántas piedras componen el Partenón.

En serio, a la gente no le importa. No lo digo yo, lo dicen en Madrid. A la gente le preocupa el paro, los asuntos económicos y la corrupción, ¡qué gentuza! Egoístas y malencarados.

De hecho, según esta misma encuesta, la última publicada por el CIS, a los españoles no les importa nada, ¡y digo nada!, cero, una P.M. lo siguiente:

  • Las drogas,
  • La inseguridad,
  • Las guerras,
  • La inmigración,
  • El terrorismo,
  • La Reforma Laboral.

Recuérdalo cuando enciendas la televisión y pongas las noticias, porque leer, leer, no leemos los españoles pero ver la «tele», sí, ¡ahí está la verdad condensada! Y con imágenes en movimiento. No corras el riesgo de no disponer de tema de conversación al día siguiente en el trabajo, en las cañas o en la piscina del club.

-De algo habrá que hablar, ¿no? -Dice uno.

-Es que no ponen nada mejor en la «tele» -dice otro.

-Pues lee un libro -dice el tercero.

-¡Ala! Ya está el intelectual -responden los dos primeros y un cuarto que pasaba por allí.

No te vuelvas loco, es mitad de julio, ya han pasado los ‘sanfermines’ y a la liga de fútbol le quedan pocas semanas. Además, a juzgar por las retenciones automovilísticas de Madrid y Barcelona, la crisis está remitiendo.

Así que no, no te lleves El Quijote a la parcela, ni a la playa, ni a la piscina de Chinchilla. Nadie te va a preguntar el nombre del Quijote a traspiés cuando no tienes Google cerca porque esta noticia dejó de ser noticia el mismo día de su publicación en la web del CIS.

Lo que debes tener en cuenta, de lo que deberías hablar es de lo que te preocupa de verdad.

-Sí, claro, todo el día hablando de penas -dije 1.

-Habrá que hablar de cosas entretenidas -dice 2.

-Es que, hablar todo el día de cosas trascendentales…-dice 3.

-A mí dejadme tranquilo, según las encuestas tengo que empezar a leerme El Quijote -responde 4.

-Anda, calla, aburrido. ¿Vistéis la final de Supervivientes anoche?

miguel ventayol