Desde hace 10 años ya, en España se está prestando una mayor atención al crecimiento y al desarrollo personal, no solamente en el ámbito deportivo, empresarial y ejecutivo, como ocurría en principio de los ‘80 en Estados Unidos, sino, sobre todo en la esfera personal de las relaciones humanas e interpersonales.
También en la ciudad de Albacete, la nueva profesión en auge que compagina y promueve el crecimiento personal se llama Coaching: es la capacidad de encontrar opciones y recursos propios internos, a través de nuevos enfoques mentales, de reencuadres de pensamiento y de emociones, para generar cambios externos de comportamiento, con el fin de mejorar la calidad de gestión emocional y los resultados en la resolución de conflictos y problemas, en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Esta nueva disciplina y la profesión del Coaching se está expandiendo como el mejor virus global existente en el mundo interpersonal y profesional y es una realidad presente y en fuerte desarrollo, también en Albacete y provincia. El Coaching es una herramienta de autoconocimiento profundo, se desarrolla a través de técnicas efectivas y prácticas de ayuda personal, aportadas por un Coach (entrenador emocional) y desarrolladas por un Coache (cliente), que las pondrá en acción, en base a su propio camino hacía el autodescubrimiento interior.
El proceso de Coaching se basa en tomar conciencia, confianza y responsabilidad de uno mismo, poco a poco, en las sesiones de Coaching, por medio de conversaciones y de preguntas desafiantes entre el Coach y el cliente. Para poner en marcha el proceso de cambio, el Coaching se sirve de la ayuda de otros 2 importantes “ingredientes secretos” añadidos: la Inteligencia Emocional y la Programación Neurolingüística.
La primera es la capacidad de entender y saber bien gestionar cada emoción que surja en nosotros mismos, conectando con ellas, a través de una relación de auto escucha activa, conciencia y responsabilidad hacía nuestras emociones. La segunda es el arte de saber “re‐programar” nuestros pensamientos, así como se haría con un ordenador, cambiando el software o un programa, es reencuadrar nuestras creencias limitantes y dañinas, para actuar de manera distinta frente a cualquier problema, con comportamientos más eficaces y resolutivos.
Estas tres disciplinas juntas están dejando huella y resultados en empresas locales, equipos, familias albaceteñas e individuos y siguen su trayectoria de nueva profesión del futuro, tanto que a menudo se van creando asociaciones profesionales y escuelas de formación especializadas en Coaching, en la zona de Albacete y provincia, respaldadas por Universidades e Institutos Internacionales, como la actual y mayor reconocida asociación ICF (International Coach Federation), que cuenta con 20.000 miembros aproximadamente.
Coaching y Psicología
Pero quedan muchas dudas y falsas percepciones entre los albaceteños que oyen hablar de esta nueva profesión y se acercan a ella por curiosidad o por desconocimiento, como por ejemplo: ¿Qué diferencias hay entre el Coaching y la Psicología?
A menudo, mencionan y identifican el Coaching con la Psicología, pero hay que definir diferencias substanciales: el Coaching no es una terapia medica, de hecho, el cliente no es un paciente y el Coach no es un doctor. Segundo, no se trabaja explorando y “curando” el pasado de una persona para solucionar problemas presentes, sino que desde el mismo presente, el Coach plantea junto al cliente, las bases para que el cliente mismo sea estimulado en crear su propio futuro. El Coach acompaña el cliente a lograr retos concretos y con fechas reales de acontecimiento, le ayuda a enfocar objetivos específicos y alcanzables.
De hecho, un proceso de coaching individual (life coaching) no suele durar más de 8‐10 sesiones, según el grado de desempeño y compromiso que el cliente ponga en su potencial, para alcanzar su meta.
El objetivo final de la misión de cada Coach es conseguir que cada uno de nosotros seamos “emocionalmente inteligentes”, quiere decir, capaces de identificar y utilizar todo nuestro potencial humano y emocional para llegar a satisfacer nuestras necesidades esenciales interiores y nuestros deseos, sabiendo que la responsabilidad de nuestros actos está antes en nuestros pensamientos y en nuestras manos, y no en la del azahar. Es saber ser, para saber estar presentes y felices, según nuestros valores y nuestras identidades interiores, Coaching es acción en constante cambio y movimiento hacía nuestra plenitud interna.
Pero todo eso, “¿Paqué me sirve?”, me preguntan los ciudadanos locales en mis charlas. Durante toda la vida, nos enseñan a ser “correctos”, “justos”, “buenos”, “lógicos y racionales”, para llegar a elegir y vivir lo mejor, pero todo esto, “¿Para quién?”. ¿Quien define lo bueno, lo justo y lo correcto realmente sino, nosotros mismos? Nunca nos explican y nos enseñan a vivir sintiendo desde el interior, desde el corazón, escuchando también a nuestros miedos y a nuestras angustias; al revés, todo lo que esté relacionado con algo desagradable y que comporta sufrimiento, nos acostumbran desde pequeños a alejarlo, a desconfiar porque “es malo”.
Como Coach profesional que ejerce en Albacete, me siento en todo derecho en deciros gente que, en una sociedad como la de hoy en día, todo lo bueno que nos podamos hacer, de verdad, es descubrirnos y vivirnos en cada rincón de nuestro ser. Somos humanos y estamos hechos de 3 esencias fundamentales: la racional, la emocional y la espiritual.
Si nos basamos solamente en la parte lógica y racional, la que tiene nuestra mente, sería como vivir en una casa de tres plantas, tener muchos trastos que ordenar y organizar, y disfrutar solo de una planta. ¿No os parece desaprovechar tiempo, espacio y energías? Si al contrario, conseguimos escuchar a cada una de estas tres voces interiores que todos tenemos, y sabemos alinearlas para que nuestras acciones sean coherentes con lo que sentimos y pensamos, ¡tenemos la oportunidad de crear y vivir nuestra felicidad cada día!
Muchas veces no sabemos definir ni como nos sentimos, porque focalizamos la atención en las cosas que están afuera de nosotros mismos, atribuimos la solución a algo que no nos pertenece y que sobre todo, no podemos gestionar, porque es externo a nuestro alcance. Cuantas veces nos paramos a pensar en un problema que tenemos, limitando el pensamiento en el mero hecho de tener ese problema; en esos momentos, no nos damos cuenta de que, si tenemos cualquier problema, nosotros no solamente ¡ya somos parte de ello!, sino que seguramente ¡ya somos parte de su solución!
Si aprendemos a autogestionarnos, si conseguimos aprovechar el ser parte de nuestros problemas, seremos cada vez más sabios y poderosos, tendremos esa “arma de re‐construcción de masa” que podría significar ser felices y compartir esa felicidad con nuestro entorno, creando espacios emocionales siempre más fuertes y armoniosos, a través de relaciones estables y responsables.
¡Ánimo gente albaceteña! Estamos en proceso todos, haceros un regalo: ¡poned en acción: vuestros cambios comienzan en vuestros pensamientos y llegan a vuestras manos, para que os deis la oportunidad de ser verdaderamente felices, cada día!