Hoy, charlando con amigos y compañeros de los medios de comunicación en Albacete, hemos recordado la famosa escena de “El Camarote de los Hermanos Marx”, y la concordancia es clara, esta situación surrealista de la película tiene muchas similitudes con lo que está pasando en nuestro Ayuntamiento de Albacete, y me explico:
Después de las Elecciones Municipales del 24 de mayo pasado, las urnas arrojaron unos resultados que hicieron que el Partido Popular obtuviese una exigua mayoría que le designaba como el partido más votado pero que le impedía gobernar holgadamente. Nos encontramos con un reparto de las concejalías que hacía que la mayoría estuviese de parte de los partidos de la oposición, a no ser que Ciudadanos con los populares gobernasen con un pacto, no público, que siempre han negado pero que muchos pensamos que existe.
Hasta ahí todo normal, pero en política siempre dos más dos no son cuatro y llegó la metedura de pata clamorosa de Ciudadanos cuando expulsaron a uno de sus ediles por no seguir la disciplina de partido, ahí se formó el primer lío.
A partir de ese momento los plenos, las comisiones y el día a día se convirtieron en una guerra sin cuartel. Algunas veces más de sainete que otra cosa… Plenos donde se aprueban mociones y luego no se cumplen para nada, mandatos del Pleno a su alcalde que luego se lo pasa por el arco del triunfo y el disparate llevado a su máxima, cuando es reprobado el señor alcalde por su actuaciones y no le queda otra frase que decir “me reprueban por defender los intereses de Albacete”; cuando debería de haber dicho, “me reprueban por defender los intereses de Cospedal”.
Todo esto recuerda más a las batallitas del recordado Gila que a la actitud de un ayuntamiento serio, organizado y del siglo XXI. No nos tenemos que olvidar que los que inician todo este desbarajuste fue el equipo de gobierno del Partido Popular, ya que nada más tomar posesión comenzaron su gobierno viviendo en ‘Los Mundos de Yupi’. Pensaban que todavía gobernaban con la mayoría de la época de Carmen Bayod y la realidad era muy distinta, con lo que se la pegaron de lleno en la frente.
Por otro lado, tenemos a Pedro Soriano, el edil expulsado de Ciudadanos, que le dan por todos los lados y al que algún lumbreras del equipo del PP creyó irrisoriamente que podían asustar con una ridícula campaña pidiendo su dimisión que parecía más diseñada desde una chirigota que otra cosa. A Pedro Soriano no lo saben cuidar ni el PSOE ni Ganemos, ya que lo tenían que llevar en palmitas porque su voto en decisivo para ganar cualquier tipo de votación.
Los de Ganemos en el Ayuntamiento, todavía no están del todo sentados en el ayuntamiento, pero tienen como líder a Victoria Delicado, que tiene una constatada experiencia municipal. Les hace falta ya engrasar las ruedas y ponerse al cien por cien para no cometer los errores de falta de coordinación de los últimos meses. Salvar la cara del equipo de gobierno aprobando los Prepuestos de 2016 les podría traer consecuencias nefastas y eso no lo entendería la gran mayoría de sus votantes.
El PSOE, que todavía no se han creído el papel que debe de jugar como líderes de la oposición que son y que están llamados a gobernar irremediablemente, deberían encabezar la oposición y mejor dicho liderarla, ya que esta situación actual del Ayuntamiento lo hará antes de que se den cuenta en ingobernable y eso puede pasar una importante factura para la ciudad de Albacete. Deben dejarse de brindis al sol y comenzar con una oposición dura y contundente. Modesto Belinchon, puede hacerlo y está ampliamente capacitado para ello.
Soy consciente que a un mes de las Elecciones Generales nadie se quiere mojar en estos asuntos, pero nada más pasadas las Navidades, el PSOE debería de encabezar la oposición y marcar las líneas de actuación, ya que si no es así, el “Camarote” continuará activado y eso no nos conviene a los albaceteños.