Puede que más de 50 personas relacionadas con los medios de comunicación, entre directores, cámaras (11 en concreto), comerciales y amigos varios, se dieran cita con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, este lunes en el Gran Hotel de Albacete. Un encuentro que empezó con cierta sorna porque hubo quien dijo que el presidente trajo la tormenta que pocos minutos antes había caído sobre la ciudad; o cierto sarcasmo sobre organizar un desayuno a las 11.30 pasadas, cuando algunos locutores de radio llevaban en pie desde las seis y pico.
Pero eso son chascarrillos de vieja.
El encuentro tenía la parafernalia y la buena organización de quien sabe poner en escena su cometido y contenido, arropado por los diversos responsables regionales y provinciales, desde el delegado de la JCCM en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, al presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, y Manuel González Ramos, quienes se mantuvieron en un discreto segundo plano durante todo el encuentro.
Tras el café, del que nos ahorramos si estaba o no aguado o si el termo funcionaba o se atascaba (insisto, chismes de vieja), el presidente de Castilla-La Mancha expuso durante más de treinta minutos las líneas maestras de lo que, para él, han sido estos seis meses de Gobierno. Líneas maestras que no detallo porque son de sobra conocidas a poco que se sigan los medios de comunicación tradicionales.
Aunque valga como primer apunte la sentencia de nuestro presidente al respecto del encuentro en el Gran Hotel: evitar el oscurantismo, a través de una comunicación abierta. Una manera de rendir cuentas a la ciudadanía, una manera de repasar el inicio de su legislatura.
Emiliano García Page estuvo cercano, directo y claro, muy clarito en varios temas que para él y su Gobierno son esenciales: la defensa de la Constitución, la defensa de la región, el crecimiento de Castilla-La Mancha.
Tras su discurso comenzó el turno de palabra para los medios de comunicación, del que hicieron buen uso periodistas y directores de Albacete, Tomelloso, Puertollano, Hellín, entre otros, con lo cual el desayuno se acercó peligrosamente a la hora de las cañas; aunque no llegó la sangre al río porque de sus palabras se pueden deducir muchas, muchas líneas de trabajo y sobre todo, la cintura política y el saber estar mediático que tiene el actual presidente de la región.
El encuentro dio para muchos titulares, que han sido (porque la repetición del mensaje es esencial en política) o serán (como cuestiones fiscales pendientes, normativa o infraestructuras en estudio)
Recojo unas frases al azar de lo que fue el encuentro:
Elecciones Generales: «No sabemos qué va a pasar en los próximos cuatro años. Vivimos un momento inédito».
Agua: «Llevaremos a cabo una batalla legal para frenar los planes de Cuenca que perjudican a Castilla-La Mancha». «Todos son perjudiciales y malos».
Laboral: «El próximo 19 de enero firmaremos con sindicatos y empresarios el Plan Adelante, un plan sin parangón en la región». La cantidad de dinero invertido asciende de los 230 millones de euros anunciados a 260 millones de euros. «supondrán una inyección económica de autoestima y certidumbre».
Gobierno Estatal:«El Partido Popular debe intentar formar Gobierno. Y si no lo consigue, dejar su turno a la segunda opción, el PSOE». «No vamos a contribuir a un Gobierno del PP». «No queremos un Gobierno a cualquier precio». «No es la intención de meter la cabeza y luego a ver qué pasa».
Pactos de Estado: «Siempre que se plantean posibles pactos, lo hace el PP. Porque cuando lo ha hecho el PSOE hemos tenido enfrente oposición y confrontación».
Diálogo con el PP regional: «Tendrán que quitarse el rictus serio de María Dolores de Cospedal».