Si nadie lo remedia, visto lo visto, estamos abocados a unas nuevas elecciones generales, ya que no veo un pacto claro y contundente que lleve a Pedro Sánchez a la Moncloa y, por otro lado, el Partido Popular está más solo que la una y de someterse a una investidura el señor Rajoy, obtendría solamente los votos de su partido.
Con estos mimbres, ya se ve la repetición de las elecciones generales a finales junio y sería la primera vez que pase en nuestra democracia. Pero nuestra Constitución, soluciona el problema de no haber un partido claramente ganador y con opciones de formar gobierno, en estos casos se dictamina que la forma de remediarlo con sus plazos correspondientes es la siguiente:
Pormenorizamos, si como todo se está desarrollando y si no hubiese cambios sorpresivos de última hora, la sesión de investidura será la primera semana de marzo.
En concreto, se habla del miércoles día 2, con una primera votación en la que el candidato necesita mayoría absoluta para proclamarse Presidente. Probabilidad muy difícil, por no decir imposible, estando prevista una segunda votación pasadas 48 horas de la primera, con lo que nos iríamos al viernes 4 de marzo, donde solamente necesitaría Pedro Sánchez, mayoría relativa (más votos positivos que negativos para ser Presidente).
Si no obtuviese los votos necesarios y el Congreso no le otorgase la investidura, comenzaría el plazo que describe la Constitución de 2 meses desde ese mismo día, para que pudiesen celebrarse nuevas investiduras con otros candidatos.
Si el resultado fuese negativo en todas ellas, el lunes 4 de mayo quedarían disueltas automáticamente las Cortes Generales y convocadas unas nuevas elecciones para celebrarse 54 días después, siendo el domingo 26 de junio el más cercano a la expiración del plazo.
Hasta aquí los plazos y lo que yo personalmente creo que ocurrirá. ¿Y por qué titulaba este artículo “Las elecciones del puente de San Juan”? Muy sencillo, porque el patrón de Albacete es San Juan y su festividad se conmemora el 24 de junio, este año será viernes, creándose un puente excepcional para los albaceteños. Pero, cosas del destino, el puente no existirá para nuestros políticos, ya que tendremos el mismo viernes 24 los actos de cierre de campaña, el 25 el día de reflexión y el 26 las elecciones.
Estas son unas fechas que tendrán que valorar mucho nuestros políticos locales, ya que ese fin de semana y, si el tiempo es bueno con el puente, podría producirse una desbandada general de los albaceteños a las playas cercanas y tener como consecuencia clara un importantísima abstención porque los elementos: puente laboral + buen tiempo + desgana política pueden tener como resultado unos resultados sorpresivos que nadie se espere por el mínimo número de votantes.
A todo esto habrá que tener muy en cuenta todo lo que hablamos hace algo más de un mes en uno de estos artículos, cuando decíamos, que de repetirse las elecciones generales, las candidaturas de Albacete cambiarían pero que mucho, ya que todas las formaciones políticas, desde las grandes a las pequeñas, han aprendido de los resultados de diciembre y no quieren cometer los mismos errores.
Algunos de los que obtuvieron escaño, no les gusta, pero que nada, una posible repetición, ya que se podrían encontrar que no son candidatos y su mandato habría durado dos escasos meses. Los que se quedaron en las puertas ya mueven sus fichas para conseguir un mejor puesto y los que tienen congresos a la vista, esos sí que están nerviosos, porque a las listas se le sumarán la renovaciones congresuales y eso puede ser una mezcla explosiva.
Si nadie lo remedia, estamos a la víspera de unas nuevas elecciones, y otra cosa sinceramente no la veo, aunque no se crean que las nuevas elecciones remediaran todos los males. Las encuestas que se están realizando estos días, hablan de unos resultados muy similares a los de diciembre y si no hay acuerdos, seguiremos nuevamente empatados y esto para nuestra economía no es nada pero que nada bueno. Esperaremos acontecimientos y veremos qué pasa.