La primera idea que deseo resaltar es que una gran parte de los comentaristas repiten que es muy urgente la constitución de un Gobierno y Pedro Sánchez y Albert Rivera no lo van a conseguir, por lo que debían dejar paso a otros. Y me pregunto, ¿por qué tanta urgencia, cuando queda mes y medio para ir a lecciones? No será que a estos sectores no les gusta el intento porque su partido no tiene un papel destacado o simplemente no cuenta. Por lo tanto, debemos ser pacientes y darle tiempo para una posible negociación, que sabemos será difícil, pero al fin será. La estrategia del pacto es ceder lo menos posible ante el programa de los otros y eso es costoso y lleva tiempo.
No estoy de acuerdo con los que a esta acción le llaman “mercadear” entre los que desean ocupar cargos. En estos momentos, la opción Sánchez-Rivera (PSOE-Ciudadanos) han tomado la iniciativa, como la fuerza con más apoyos parlamentarios, aunque haya sido derrotada de las Cortes, lo que le da derecho a seguir negociando la formación de un Gobierno con los demás partidos políticos. ¿Qué actitud hemos observado en los demás líderes?
Mariano Rajoy y los suyos aparentan volver a la contienda pidiendo a Pedro que se marche y proponen darle una oportunidad a Rajoy al ser su partido «el más votado»y, por tanto, «hay que respetar la democracia» y es el “político con más experiencia”. Argumentos falaces ya que la democracia consiste en que gobierne el que tiene más apoyos en el parlamento y el tener más experiencia, no te asegura la eficacia. Pero le hasurgido una pequeña oposición a Rajoy dentro de su partido, que hasta ahora estaba oculta. Algunas voces le piden que deje paso a otro, petición contestada con el arropamiento de toda su cúpula a éste. Parece lógico, ya que no es el momento y no hay consenso sobre su sucesor. Pero, sobre todo, pensando en la posible celebración de elecciones dentro de dos meses.
Lo más sensato es que todo siga igual y la renovación del partido se aplace cuando haya gobierno. Pablo Iglesias, dirigente de Podemos, se encuentra que ha perdido la iniciativa y sigue a la defensiva tratando de desacreditar con ideas generales el pacto inicial, abierto a cualquier negociación. Se niega a negociar con el tándem Sánchez-Rivera y sigue manteniendo un ofrecimiento a Sánchez para negociar con Podemos una coalición progresista de izquierdas. Monedero le pide a Sánchez que “tenga valor y cierre un acuerdo con ellos que le dará la mayoría”, pero sin añadir bajo qué criterios.
Queda claro que con estas medidas no se mueven de su actitud inicial. Sin embargo, el tiempo corre en su contra ya que en esta semana han aparecido ciertas grietas en el partido. Se aprecia una desunión entre sus filas, especialmente, en Madrid y Galicia y, además, según una encuesta, la mitad de sus militantes no está de acuerdo con su negativa a negociar el pacto con Pedro Sánchez. A pesar de todo ello, Pablo Iglesias sigue presentando, para justificar su actitud, el comportamiento desleal de Sánchez quien prepara un “gran pacto PP-PSOE-Ciudadanos” y que “amenaza con la retirada del apoyo de los socialistas a las candidaturas municipales de unidad popular”. A lo que responde éste que sus visitas y consultas a algunos alcaldes de Unidad Popular es parte de la estrategia para desbloquear la actual situación. Idea que refuerza el portavoz socialista en el Senado, Oscar López, quien aseguraba la imposibilidad de la gran coalición PP-PSOE y que la solución pasaba porque Podemos «recapacite y desbloquee» la actual situación.
Además, el PSOE niega estar detrás de los desacuerdos entre sectores de Podemos. Ante esta situación hay que seguir esperando que Podemos inicie las negociaciones desde la perspectiva que el paso del tiempo está perjudicado la unidad ante la estrategia inicial de Pablo Iglesias de presentar unas medidas muy exigentes que hoy día no puede mantener. Parece que el paso del tiempo lo va a obligar -desde una gran parte de las bases de su partido- a cambiar parte de esta estrategia.
Paciencia, tendremos que esperar unas semanas más para comprobarlo.
Tal vez, lo mejor para Podemos sea abstenerse, permitir que se forma Gobierno lo que le permitirá, tiempo para unir al partido puesto que sus afiliados preceden de ideologías diferentes.