A partir del 10 de junio se inaugura en la Galería de Arte Contemporáneo La Lisa el último proyecto fotográfico del artista José Eugenio Mañas, “Quien camina en línea recta no llega a ninguna parte”, exposición que se enmarca dentro del programa “Miradas. Primavera fotográfica de Albacete”.
Los albaceteños y amantes del arte podremos disfrutar esta exposición desde el 10 de junio hasta el 30 de septiembre.
La exposición se plantea a través de una instalación fotográfica, jugando con la disposición de las obras en el propio espacio de la galería para acentuar la sensación de extrañeza que el artsita confiere a su trabajo.
El punto de arranque de este proyecto es El Mito de Sísifo, ensayo filosófico que Albert Camus escribió en 1942 y que el artista toma como referencia para presentar su propio discurso sobre el vacío de la realidad y el absurdo de la existencia, aspectos que se han convertido el eje de sus últimos proyectos, y lo lleva a cabo a través de un rico repertorio visual, donde la sorpresa, el ridículo, el humor y el absurdo son los instrumentos adecuados para crear toda una amalgama de sensaciones que rompen con lo convencional y con la lógica establecida, creando un sinfín de situaciones extrañas, unas veces inverosímiles, otras más cercanas a la poesía, pero impregnadas siempre de una mirada que esconde un sinfín de posibilidades semánticas de corte existencialista que van más allá de la propia apariencia nihilista.
Se trata de fotografías directas y misteriosas, elaboradas de forma sencilla, sin artificios y retoques, pero cargada de metáforas, a veces de lecturas complejas, que el artista no desentraña con claridad, porque él entiende el arte como un espacio de libertad donde deben entrecruzarse multitud de significados e interpretaciones. Esa mezcla y esas historias entrelazadas son las que finalmente nos atrapan, deseando que nunca tengan fin.
El trabajo de José Eugenio Mañas está impregnado de una riqueza visual extraordinaria, son imágenes que se apoderan de nosotros con solo mirarlas, imágenes que no solo seducen, divierten e impresionan, sino que por su carga semántica, su lenguaje abierto e imprevisible, nos invita a reflexionar sobre temas de carácter cotidiano y existencial que difuminan nuestro verdadero ser y vienen a decirnos, al igual que decía Paul Valéry, que “lo real solo puede expresarse por el absurdo”.